Bienvenidos a mi diario, ya muchos deben conocerme, quizás más de lo que quisiera gracias a mi hermano y su mala costumbre de compartir demasiado con desconocidos. Pero ya qué, ¿qué más da? También voy a hacerlo, como bien leyeron en la descripción, sé cuando alguien sueña conmigo o mi hermano, es una habilidad interesante el poder visitar los sueños de otras personas, es una buena forma de conocerlos y ahora ustedes también los conocerán. Este es un sueño que hace un tiempo.
Estoy en un parque rodeado por un bosque, los niños alrededor son muy ruidosos y molestos así que me alejo de ahí caminando por un sendero de piedras que se adentra y serpentea por el boque, estoy usando un vestido blanco con lazos negros, siento un viento frío entre mis rodillas, el cielo está blanco. Llego a otro parque, más pequeño que el anterior, hay areneros y arbustos con flores, una cabaña para jugar a la casita y columpios. Me siento en un columpio y me balanceo, Nicky no está aquí para empujarme y eso me desanima bastante.
-Hola.- me sobresalta una voz a mi lado. -Disculpa, no quería asustarte.
El desconocido sonríe y yo me relajo, no emana nada que me ponga en alerta, por el contrario, parece genuinamente apenado de haberme asustado.
-No me asusté. -miento- Solo me sorprendió. -finjo una cara altiva y luego le sonrío burlonamente.
-Entonces... ¿quieres que te empuje? Perdón, parecía que eso querías, si no...
-¡Sí, por favor!
Me empuja en los columpios, muy alto, tal como me gusta por un largo rato, me divierto tanto que no noto el cielo nublado y las gotas hasta que es muy tarde.
El desconocido detiene el columpio cuando la lluvia ya es demasiado fuerte y el viento sopla más frío. Señalo la cabaña de juegos para tomar refugio rápido, él duda al principio pero un trueno lo convence de que es mejor buscar refugio.
La cabaña es pequeña pero bastante funcional, está bien sellada así que no se filtra agua del exterior, en el suelo hay una alfombra y hay muebles miniatura y algunos peluches, nos sentamos en el suelo alfombrado uno frente al otro porque no tenemos mucho espacio. Tirito de frío y él usa una pequeña cobija para secarme un poco. El ruido afuera nos dice que no podremos salir por un buen rato.
-¿Sabes? Mi hermano dice que la mejor manera de mantener el calor es con un abrazo... ¿Puedo? - le pregunto haciendo el gesto de abrazos con mis deditos, lo veo dudar un poco pero asiente con entusiasmo.
-Por favor...
Me acerco a él y rodeo su cuello con mis brazos, mis piernas se abrazan a su pelvis, inhalo para sentir su aroma y relajo mi cuerpo lentamente, dejando que su calor pase lentamente a mi cuerpo. Casi sin pensarlo ni planearlo, comienzo a succionar su cuello con lentitud para tranquilizarme más, como suelo hacer en casa con Nicky, saboreo el agua de lluvia y escucho un gemido sutil que hace que mi ropa interior se humedezca un poco. Luego de unos segundos en los que su respiración se fue agitando, me pregunta si el también puede hacerme lo mismo.
-¡Claro! - le digo, y él se acerca lentamente a mi cuello, su respiración me hace cosquillas y el contacto de su boca con mi piel me cosquillas internas, recorren mi espalda y terminan en mi ropa interior, suavemente sus besos se trasladan hasta mi vestido, puedo sentir la incomodidad en sus pantalones pidiendo salir, sus manos recorren mi espalda hasta bordear mis nalguitas, me mira suplicante.
-Puedes tocar adelante... De hecho... Será mejor así...-digo mientras levanto mi vestido hasta quitármelo por encima de mi cabeza. Ahora su pene se siente más grande, casi pulsante. Me acerca a él y me besa profundamente, su manos se ubican en mi traserito y me levanta, su boca vuelve a mi cuello y avanza hacia mi pecho, conozco esta sensación, el cosquilleo de cuando chupan mis pezoncitos, primero es suave pero conforme aumentan la intensidad y el jugueteo las cosquillas se van volviendo incontrolables y me hacen mojarme.
-Eres muy linda... tus pezoncitos rosas son deliciosos... me susurra mientras pasa a lamer y chupar mi otro pecho pero con sus dedos juguetea con el pezón que acaba de dejar bien erecto y sensible. Yo no me quedo atrás, deslizo mis manos por su estomago y desabrocho su cinturón.
-¿Puede salir a jugar? pregunto mientras acaricio con suavidad la punta de su pene erecto con mi dedo indice.
-C...Claro...
Bajo el cierre y deslizo su boxer para dejar su pene al descubierto, me posiciono sobre la punta pero antes de dejarlo entrar lo miro a los ojos y digo:
-Despacio, por favor...
-Por supuesto.
Él se queda quieto y deja que yo lo deje entrar a mi ritmo, lo siento en mi entrada, la parte más difícil, es estrecha pero unos segundos después ya pasó, me deslizo suavemente hasta la base y lo dejo sentir hasta lo más profundo de mi interior, siento su calidez dentro de mí y es más fácil moverme. Vamos lento y con cuidado, él me abraza y me ayuda a deslizarme dentro y fuera hasta que comienzo a estremecerme, no puedo controlar mis gemidos...
-Aahh...aahhha...ammmm... voy a... ¡¡¡Aaaaahhhh!!!
Siento que aumenta su velocidad, mi interior se aferra a su pene mientras acabo, siento su pene hacerse más grande dentro de mí antes de soltar su leche dentro, puedo sentir como me recorre una oleada caliente, nos seguimos moviendo disfrutando de las ultimas sensaciones hasta quedar quietos y exhaustos. Él usa coloca sus piernas en mi espalda y me sostiene, se acerca una vez más para jugar con mis pezones usando su boca, siento cosquillas ora vez.
-Esperaaa... mhmhm..no... no voy a aguantar...no puedo... ¡Aaaaaahhh.... aaaahhhh!
Qué vergüenza, un orgasmo que me hizo mojarme y su pene sale expulsado de mi totalmente empapado.
-No te preocupes... fue rico.- me dice
Escuchamos con atención y ya no hay tormenta, siento que es hora de irme, el sueño va a terminar, antes de vestirme, siento que algo de su leche va a escapar mi interior pero alcanzo a ponerme mi ropa interior antes, le muestro la leche saliendo de mi coñito y que va a quedar atrapada en mi ropita interior, me pongo mi vestido y me volteo para salir.
-¡Espera! Al menos déjame darte algo...
Coloca en mi mano un llavero.
-¿Un buizel?
-Sí... disculpa, no tengo otra cosa...
-¡Me encanta!- lo abrazo una última vez - ¡Muchas gracias por todo! ¡Adiós!
Salgo dando saltitos por el camino empedrado, no sé a dónde voy pero sé que debo seguirlo directo al sol, volteo una última vez y lo veo en la puerta de la cabañita, me saluda sonriendo, como si estuviera seguro de que nos volveremos a ver.
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El diario de sueños de Lilly
Teen FictionHistoria compañera de Mi hermanita bebé, contada por Lilly. Lilly tiene una habilidad especial y es que puede visitar los sueños de otras personas, en este compilatorio de relatos la acompañaremos en esas visitas al inconsciente de los lectores que...