Donde Takemichi ama con la intensidad de mil soles a Chifuyu.
☆★ Mención de: Draken x Mikey y Chifuyu x Baji. !!!
¡¡¡ LOS PERSONAJES NO ME PERTENECEN !!!
>> por favor, si pueden lean este o.s con la canción i love you de billie eilish de fondo. espero que lo disfruten <3
Takemichi siempre se guardaba todo, no importaba qué tan fuerte fuera el asunto, él no iba a dejar que nadie supiera cómo se sentía. Por eso, el día que se sinceró con Chifuyu sentía que estaba yendo demasiado lejos, la luz roja en su cabeza no dejaba de alertarle que aquello era malo para él, que no debía demostrar porque mientras más aprendieran de él, más daño podían hacerle.
Pero era Chifuyu, era su compañero. Él, a pesar de todo, quería confiar. Matsuno se aprendió cada detalle de Takemichi y cada detalle de Hanagaki se enamoró de Chifuyu.
— No me gusta hablar sobre mí, Chifuyu, quisiera ponerme una coraza y seguir cargando con todo esto solo pero cada vez que te veo algo dentro de mí se desborda. —Murmuraba un Takemichi adormecido por las drogas. Sus ojos estaban rojos y no se diferenciaba bien si era por el llanto o por los efectos de la marihuana— A veces pienso en ti, en todo lo que me das y en cómo me acompañas en cada estupidez que quiero hacer, pienso en que no me criticas y sólo me sostienes cuando todo va mal. Quiero tenerte a siempre a mi lado, compañero.
Chifuyu sonrió casi enamorado, sus ojos brillaban y su corazón latía con fuerza. Era amor, ¿no? Este sentimiento tan cálido que le llenaba. Matsuno quemó el último poco de hierba que quedaba en la pipa y dejó todo encima antes de acercarse a Takemichi, le abrazó con fuerza y se enterró en el hueco de su cuello, dejando un casto beso allí.
Su historia recién comenzaba. Ambos se sentían drogados y enamorados.
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Corrían de la mano por aquel parque, intentaban refugiarse por el largo camino de arboles y protegerse de la lluvia con sus frondosas ramas, llegaron hasta un juego para niños en forma de casa, a penas pudieron entrar pero se acurrucaron ahí a ver la lluvia caer. Chifuyu acariciaba el cabello de Takemichi y el ojiazul frotaba sus manos para darle calor, dejando castos besos en ellas.
El mundo era perfecto para ambos. Se amaban y era todo lo que importaba.
— Te amo, Chifuyu. Te amo tanto que siento mi alma partirse en dos, te amo sin ataduras y sin egoísmo. Te amo fuera del amor romántico, siento como si hubiese renacido, te amo sin pedirte nada a cambio. Me siento feliz de verte, de sentirte, me siento bien con solo estar a tu lado. —Pronunció Hanagaki, Chifuyu sonrió y lo atrajo aún más, un abrazo que conectaba ambos corazones haciéndoles volar.
Todos los días aprendía algo nuevo de Takemichi, aprendía de su manera tan pura de amar. Matsuno había encontrado todo el amor del mundo dentro de Hanagaki, estaba tomando todo lo que aquel rubio llorón le entregaba.
Esa noche, bajo las luces y la lluvia, Takemichi terminó de abrirse. Aquel parque fue testigo del amor más puro que existe, había un corazón de acuerdo con ser tomado, confiando en aquellas temblorosas manos que le acariciaban y le hacían sentir seguro.
