Solo un poco torpe

7

El sudor bajaba por su frente, su pecho subía y bajaba con frenesí, había tenido una pesadilla, los fantasmas del pasado le seguían atormentando, pero alguien se había unido, Kisame, él ahora era un nuevo protagonista de sus pesadillas, su muerte se presentaba cada vez mas clara en sus sueños

-Itachi ¿Estas bien?-

La voz adormilada de su compañero de cuarto le advirtió de su presencia, se veia que este había tenido un sueño esplendoroso y había sido despertado por sus gritos

-Si Kisame estoy bien, solo una pesadilla, tu vuelve a dormir yo saldré a tomar algo de aire-

Itachi se paro de la cama se metió sus pantuflas favoritas y salió a los pasillos de la guarida, todo estaba a oscuras, no se oía mas ruido que sus pasos, todos estaban dormidos, bajo con cuidado las escaleras hasta su pequeña sala, paso enfrente de la cocina y camino hasta la puerta, al abrirla un fuerte crujido resonó por la guarida, sintió como el frio viento pegaba contra su piel

-Sera una caminata rápida-

Cerro nuevamente la puerta y salió, el viento movía sus cabellos negros ya que no estaban atados con su singular coleta baja, se dejo llevar por el olor de los arboles, por la luz de la luna, por el canto de los búhos, tanto fue así que no se dio cuenta que tan lejos había caminado, fue sacado de su ensoñación cuando otros pasos llegaron hasta sus oídos, sabia que  debería esconderse en caso de que fuera un enemigo, pero no lo hizo, no le importaba quien lo viera o quien no, por hoy no se escondería 

-Dios creo que debería aprender de mis propias lecciones-

De los arbustos salió Kisame con el pelo algo alborotado y la ropa mal puesta, Itachi lo miro en silencio, pudo detectar un par de ramas y hojas en el pelo azul, así que supuso que llevaba un rato siguiéndole. 

-Oye Itachi deberías tener en cuenta que no soy tan rápido como tu ¿Tienes idea de que tan rápido caminas?, parecía que estabas corriendo-

Kisame levanto la vista al no obtener respuesta y se maravillo con lo que vio, nadie nunca ademas de el podría ver el estado tan vulnerable en el que se encontraba Itachi, con el cabello suelto yendo de un lado al otro gracias a la leve brisa, no llevaba su característica bata o alguna arma para defenderse, la piel blanca de sus brazos y pies estaba a simple vista, ¿Seria tan suave como se ve?, sacudió la cabeza, no debería pensar en cosas como esas cuando están en esa situación.

-Mil perdones Kisame, no fue mi intención asustarte, solo que no podía conciliar el sueño y decidí dar un paseo- Itachi clavo la mirada en la de Kisame y sonrió, a decir verdad su mente aun estaba plagada de la posible muerte de Kisame, por lo cual el verlo era doloroso- Prometo que a la próxima me limitare a la sala de la guarida-

-No es por eso Itachi, no es que no puedas salir cuando quieras, es solo que te note tan alterado allí adentro que me preocupe- Kisame se acerco hasta Itachi y coloco una mano sobre el hombro de este, acaricio el cabello que caía sobre su mano y miro directamente a Itachi- Cualquier cosa que te este pasando puedes decírmela, eres realmente importante para mi, no quiero que cargues todo tu solo-

Itachi asintió de manera automática, su mente y ojos solo podían ver los labios de Kisame, estaban tan cerca y tan lejos al mismo tiempo, de pronto un nerviosismo se apodero de su cuerpo, estaba con Kisame los dos solos, nadie interrumpiría, nadie podría verlos o escucharlos, solo ellos dos en la oscuridad del bosque

-Kisame si te pidiera un regalo ¿Me lo darías?-

Esa pregunta saco de lugar a Kisame, pero después simplemente sonrió y asintió.

-Lo que tu quieras Itachi-

-Quiero, yo quiero un beso-

Ninguno de los dos hablo, ambos se miraron a los ojos, viendo sus propios deseos, algunos mas egoístas que otros, Kisame poso su otra mano en la mejilla de Itachi y levanto su cara, ambos labios se rozaron con delicadeza para después moverse lentamente unos sobre los otros, la suavidad hizo que ese beso fuera calmado, lleno de amor, deseo, protección, estaban dejando que ese beso dijera todo lo que no pudieron y todo lo que no dirían

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Zetsu miro  óbito de reojo, podía ver la incomodidad con la que estaba sentado, eso no era una buena señal

-Bien ¿Y tu que te traes?-

-Ellos también lo serán-

-¿Ellos? ¿Quienes? ¿Qué serán?-

Óbito miro al cielo, estaba tan despejado, como el ultimo día que vio al ser que amaba, con un fuerte suspiro agacho su cabeza, como si buscara entre sus memorias una historia contada hace mas de mil años

-En el clan Uchiha el amor y la muerte son dos fuerzas con una fuerte presencia, así que en casos como este es lamentable-

-¿Casos como este? ¿De que mierda hablas?-

-Cuando un ser destinado a morir y un ser destinado a amar se conoce, uno muere enamorado y el otro ama hasta su muerte-

La voz salió con dolor y rencor, a su mente vino el recuerdo de aquel ser de piel canela y pelo castaño.