El negocio en Yiling está en auge en esta época del año. La pequeña ciudad había crecido sustancialmente después de la llegada de una nueva secta hace casi trece años. Purificaron los túmulos funerarios y la tierra a su alrededor. Limpiaron el área...
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El negocio en Yiling está en auge en esta época del año. La pequeña ciudad había crecido sustancialmente después de la llegada de una nueva secta hace casi trece años. Purificaron los túmulos funerarios y la tierra a su alrededor. Limpiaron el área de la energía resentida de la que incluso las veneradas Cuatro Grandes Sectas no pudieron deshacerse. Desde entonces, la suerte del pueblo había mejorado. Los cultivadores de la nueva secta eran misteriosos, pero para la gente común de Yiling, lo misterioso podía describir todo en el mundo del cultivo. Entonces, no pensaban mucho en los túmulos funerarios y sus ocupantes.
Cuando un cultivador investigador de Lanling preguntó a los comerciantes que se alineaban en las calles sobre la Secta Yiling Wei, una dama de mediana edad respondió -Son hombres de negocios terribles-
Aparentemente, pusieron menos precio a sus verduras, y el tímido vendedor que a veces descendía de la montaña no podía decir que no a las demandas de un cliente negociador. La tía anunció con orgullo que había dado consejos de negocios al joven maestro en múltiples ocasiones, y llegó a decir que eran amigos cercanos. El líder de la secta le agradeció amablemente enviándole productos frescos cada vez que llegaba la temporada de cosecha. En el informe al Cultivador Jefe Jin Guangyao, todo lo que el cultivador investigador pudo escribir fueron chismes serviles de la gente del pueblo. No hubo información concreta sobre la secta en sí. Esto también se debe en parte a que el Patriarca de Yiling se niega a responder a sus llamadas desde más allá de la barrera infranqueable. No hubo oportunidad de confrontarlo directamente. Sin embargo, pudieron hacerse con el infame producto.
La Secta Yiling Wei cultivaba una variedad de plantas, desde coles hasta manzanas, pero su producto más popular tenía que ser sus rábanos blancos. Más bien, sus rábanos negros, ya que la persistente energía resentida de los túmulos funerarios hizo que los rábanos emergieran negros del suelo. Cuando empezaron a vender los ahora famosos "rábanos de medianoche", la gente de Yiling evitaba su puesto del mercado como una plaga. La energía resentida hizo que los montículos no hubieran podido producir cultivos durante cientos de años. Con razón, desconfiaban de la comida ennegrecida, pero una vez que vieron mendigos felices y llenos, la curiosidad se apoderó de ellos. Los precios de la comida bajaron hasta que estuvieron tan baratos que la gente estaba dispuesta a arriesgar la comida potencialmente podrida por una comida abundante. Se decía que lloraban de felicidad después de solo un sorbo de rábano de medianoche y sopa de cerdo. El pequeño y destartalado puesto de Yiling Wei se convirtió rápidamente en un secreto conocido entre la ciudad. Los cultivadores de Burial Mound incluso estaban dispuestos a aceptar trabajo físico a cambio de una comida. Mucha gente subió a la montaña una vez sin vida y ayudó a la secta. Es un pequeño precio a pagar. No solo no se mueren de hambre, sino que la comida era mejor que cualquier otra cosa en la ciudad. De hecho, era mejor que cualquier cosa que hubieran probado antes.
