Capítulo 1- Files Ciervos

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A muchos les deleito la noticia e incluso celebraron por ello, otros ya reclamados por eterno silencio y juzgados ya solo atinaban a lamentos, alguien que llora la perdida y alguien que esta ajeno al mundo, durmiendo como si nada pasara, pensando que su A-Niang volvería por él.

Los Túmulos Funerarios ya no era nada de lo que una vez fue, la guarida de inocentes y secretos, ahora solo era las sobras de una batalla que reclamó a un corazón, inocente, valiente y puro a pesar de que su voluntad era la ley de la oscuridad

Nuestro Patriarca se ha ido...- un susurró, uno muy frío y silencioso - ¿Cómo pudo...?

Era nuestro trabajo obedecerlo pero...hacernos esto...porque nos ordeno eso...- un corazón que no existía dolía asfixiantemente - podíamos ayudarlo...

Ella al morir por él, ese fue le punto de quiebre, además... el Líder Jiang lo estaba viendo como si fuera la mayor escoria...- rencor, como quisiera haberle arrancado los ojos a ese idiota- después de todo, su amor era completamente ciego, tsk, basura...

Se escucho algo, una toz, alguien tocia, pero solo podían visualizar cuerpos ensangrentados y ellos no necesitaban aire y mucho menos sus órganos

Díganme que no fui la única que escucho eso...-otra vez, pero más fuerte, toz

¡Vamos! ¡Hay alguien todavía con vida! -corrieron lo más rápido posible buscando lo que podría darles un poco de esperanza

Ese no es...-se imaginó de todo pero enserio era el, no todo se había ido, acaso la misma guerra ocasionada sintió el corazón de nuestro Patriarca y dejo lo que podía ser una oportunidad

Como si pasara un tsunami y solo dejara intacta una flor, tan raro y hermoso

¡Es el Joven Yuan! ¡Auch! - a pesar que no podían sentir dolor, les molestaban los golpes y las heridas en ellos mismos, son espíritus resentidos que esperaban - ¡¿Porque me golpeaste?!

Cállate- dijo en susurró alto - vas a molestar al Joven Yuan...

Nuestro Patriarca debió dejar a su primogénito aquí, para protegerlo de la guerra, eso explica porque ordenó rodear a todos, tapando específicamente la mitad del bosque - explicó, ahora estaba claro, todo lo que ordenó durante su pelea contra las sectas, era para alejarlos de su hijo y que se concentraran en él - Estúpido

"Si me conocen pa' que me invitan"- citó una de la frases que decía su Señor cuando cometía una travesura contra la Matriarca del lugar y después su General venía a calmar las aguas o al menos intentarlo, acercó una mano tocando la frente del pequeño - Bien...no tiene fiebre...eso creo

Toma - le alcanzó una manta, no sabía de quien era solo estaba tirada cerca de una carreta

Gracias...- vio la manta y la reconoció de inmediato - esta es la manta con la que nuestro Señor envolvió al Joven Yuan, cuando nació, aún recuerdo que amenazó con exorcizarnos si no protegíamos bien el lugar más porque había nacido su hijo - contaba mientras enrollaba en la manta al niño, el cual se acurrucó

Ojala, el Joven Yuan hubiera conocido a su padre, pero no podemos cuestionar a nuestro Señor, nosotros sabemos que le dolió - recordaba cuando su Señor estaba vivo y vio como el padre de su hijo lo cargaba y este se reía, al menos se llevó la imaginación de ver a su hijo con su padre

¿Qué haremos ahora con el Joven Yuan?, nosotros no podemos cuidarlo - la preocupación apareció en estos espíritus rencorosos, peligrosos y sin corazón según la sociedad, aunque en lo ultimo no se equivocaban - No podemos dejarlo aquí, morirá y el sacrificio de nuestro Patriarca será en vano...

Salvémoslo - todos lo voltearon a ver- es el único recuerdo que nos queda de él... y si de verdad atesoramos a nuestro Señor, cuidemos su ultimó pedazo de vida, que sigue aquí en la vida terrenal

Tienes razón - se paró del lugar con el niño en brazos - busquen una canasta, la que utilizaban para recoger los rábanos, será lo suficientemente grande para el Joven Yuan

Aquí está - la limpio un poco y después vio como depositaban al pequeño en ella, despacio como si fuera de cristal- Sabemos que está canasta no es digna de ti pero el pasto tampoco era digno de tu madre sin embargo le encantaba jugar en el

Mn...a los verdaderos Dioses no les importa de donde sea el agua, sino, si es apta para beberla - decía mientras se acercaba con algunas cosas entre sus manos - si creo que haremos lo que vamos ha hacer, entonces esto te servirá Joven Yuan- dijo mientras ponía los objetos aun lado

Te llevaremos atrás, donde no había rabia ni odio- dijo uno de ellos - ¿Ya hiciste lo que te pedí?

Si - se acercaba mientras sostenía un tazón con rajas lleno de sangre - eso es todo lo que pude conseguir, a pesar de que se derramó su sangre en nuestras manos, no pude sacarla toda

Esta bien, mientras hayas también juntado la sangre de los demás - mientras tomaba el tazón - Si...esta una parte de todos los remanentes y de nuestro Patriarca

Tu presencia es suficiente para cambiarlo todo- dijo mientras untaba su mano en esa mezcla de sangre y ceniza, cuando terminó de untar su mano comenzó a dibujar una matriz, esto les costaría varias rencarnaciones, 3000 años por lo menos, pero estaría bien, su Señor lo valía - listo, pongan al Joven Yuan en medio y comencemos

Los tres espíritus se pusieron al rededor de la matriz y comenzaron su ritual, toda la energía resentida se posó al rededor de ellos, cada susurró que soltaban ocasionaba lo impensable, cada cadáver feroz rezaba, cada criatura asquerosa y de inframundo, creyó por una vez en la salvación y en un Dios abstracto

Se escuchó el resonar de una flauta, todo el mundo la conocía, sonaba agudo, fuerte y feroz, el cielo se volvió opaco y la nubes no aparentaban lana de oveja al contrario parecían lobos en plena caza, llovía sangre y los mares parecían furiosos

La Tierra estaba en plena furia y se desquitaría con los que la pisaban, que se dejará pisar no significa que le gustara

¡¿Qué demonios está pasando?! - dijo con furia el líder de Secta Nie Mingjue

¡La flauta del Patriarca Yiling, el ha vuelto por venganza!

¡No debimos haberlo matado, nos destruirá por nuestro pecado!¡Piedad!

El trono de Jing Guangshan tembló y lo lanzó lejos, tirándolo por las escaleras, solo para elevarse, al igual que los restos de lo que una vez fue el arma más poderosa del mundo, El Sello del Tigre Estigio y la espeluznante flauta, Chenquing

Cayó un rayó partiendo en pedazos el trono que una vez fue el asiento de un tirano, no cesaron, los rayos no cesaron, cayeron sobre toda la secta Jin, y al mismo tiempo desaparecieron las dos armas reclamadas como trofeo

Se igual que él, Intenta lo imposible...no...logra lo imposible- fueron los últimos susurros antes de que todo tuviera una segunda oportunidad

La Aventura de A-YuanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora