Coincidencia

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—¿Qué tanto me miras? Es incómodo.—Soltó molesto el rubio a su lado, intentaba perderlo de vista. Pues desde que llegaron al conservatorio el chico a su lado se lo había quedado mirando. Y en realidad eso lo hacía sentir raro.

Parecía que había cometido un delito el haber tomado esa bombilla rota. Pues ahora, tenía que soportar a un chico totalmente opuesto a él. Sin mencionar que éste solo había sido una carga desde que le habló. Aunque no se dejaría intimidar. Al menos no tanto.

—Oh, nada. Solo me preguntaba ¿qué tan bueno eres con ese violín?—Su mirada era relajada, al igual que su sonrisa.

—Que coincidencia, yo me preguntaba lo mismo contigo.—Hablo clavando sus miradas tan frías en el castaño—Seguro sabes tocar la guitarra? O solo me seguiste para molestar?

—Joven Sebastian Shvagenbagen—Llamó el profesor con sus apuntes en mano—Nos haría el honor de ser el primero en dar el examen.

—Wow, mucha suerte chico del violín—Le sonrió, pero como respuesta, aquellos ojos ajenos solo rodaron de un lado al otro como muestra de fastidio.—Sebastian, no suena nada mal—Pensó viendo cómo se alejaba.

 No fue hasta escucharlo tocar aquel instrumento, que sin querer hizo que su corazón latiera y con ello una corriente indescriptible pasaba por todo su cuerpo. No sabía si todos los presentes se sentían de igual manera, pero al ver como sus ojos se posaban en la madera y sus manos se movían con suavidad como todo un experto. Hacía que la palabra talento, tuviera sentido, porque ese chico rubio de ojos triste era una muestra de aquello. Pero, pese a ese privilegio que tenía con la música, sentía que algo pasaba con él. Eso lo supo cuando sus miradas se encontraron por primera vez en los contenedores.  Sabía que aquellos ojos azules tristes tenían mucho que expresar, no lo llamaría de esa manera, pero tal vez podría ayudarle a quitar ese peso. Por eso decidió seguirlo, le había llamado la atención su forma egocéntrica y superior de niño rico, porque sentía que sólo era una máscara. Sin mencionar que verlo molesto le era divertido. 

—Esto es inaudito!—Hablo está vez con un enojo muy notorio, llamando la atención de unas cuantas personas fuera del lugar—¡¿Como fue posible?! Él ni siquiera tiene lo necesario para ser un músico! Su ropa y su forma de hablar!—Estaba tan molesto que juraría que en cualquier momento aventaría su violín a la calle.

Sabía que el segundo lugar, sólo era una piedra más en sus zapatos, ahora Lidia le contaría todo a su padre y sus sueños de ya no ser menospreciado por él se acabarían por nada más y nada menos que aquel castaño tan molesto para él. Todo eso hizo que su mirada se volviera sombría y deprimente.

—Oye el chico del violín, ya viste en que lugar quedé?!—Habia tomado sus hombros por sopresa, pero el rubio lo apartó rápido.—Quede en primer lugar, no me vas a felicitar?—Se acomodó su guitarra

Chasqueo su lengua mientras empezaba a caminar, era a quien menos quería ver en ese momento.

—Vamos viejo, no estés molesto por esto—Camino a su paso—No es mi culpa.

—Lo que tu digas—Suspiro cansado. Tenía razón, pese a como eran las cosas no podía negar que era bueno con la guitarra.

—Pero si te hace sentir bien, cuando te escuché, pensé que no tendría oportunidad—Río al ver a cierto rubio apartar brusco su cabeza, como si no quisiera que no lo viese—Eres mejor de lo que cualquier puntaje demuestre.

Hubo un corto silencio.

—T-tu crees eso?—Tenía la vista baja, por lo que le era algo difícil saber cómo estaba con sus emociones. Sólo no esperaba ver esos ojos azules tan deprimidos.

—Disculpa, no te escuché..—Bromeó solo para que lo viese y así fue. Solo que no esperaba ver a cierto chico rubio con color en las mejillas y su entrecejo fruncido.

''Otra vez su corazón empezó a golpear''

—Me quedo aquí—Rompiendo la tensión—Mi padre..debe estar esperándome.Adios...

—Bueno señorito puedes llamarme Chess—Terminó antes de cruzar la calle—Nos vemos después ojos azules.

 Hizo una pequeña mueca antes de dar unos pasos más y llegar su hogar o mejor dicho a su pesadilla. Todo lo que sabía que iba pasar, sucedió. Era chistoso pero al menos con ese castaño molesto, olvidó por un momento lo horrible que era llegar donde su supuesta "familia".

Tal vez la vida tenga algo bueno para él después de todo. Al menos un amigo no estría mal o simplemente fué una coincidencia. Una un tanto agradable al final. Pensó ya acostado, antes de cerrar sus ojos y dormirse.



🍨Holaa🍨Espero tengan un gran día, tarde o noche. Esta vez hice está historia, de Glam y Chess puesto que me encantan❤️Trataré de actualizar cada historia pendiente D':☔Sorry por no hacerlo </3

Eso es todo, cuídense y gracias por leer esto🌈

Ojos Tristes||ChessxGlam||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora