cap 2. "EL OTRO MUNDO"

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Mientras el señor Dylan conducía, había un silencio tensionaste. Tiene miedo señor Dylan? – le pregunte. Quizá no sea miedo, creo que siento un poco de recelo con esto, es como si estuviera fallándole a tu madre. Sin duda alguna, tenía razón, pero gire mi cabeza hacia la ventada, y continúo el silencio.

Llegamos- dijo en un tomo abrumador. De acuerdo, entrare sola- Le dije muy segura de lo que hacía. No! Alto! Espera jovencita, tu no entraras allí sola, mucho menos con la ropa que traes. Me mire de arriba abajo. Entrare sola- le dije.

Abrí la puerta de ese lugar, era como entrar a Narnia por el ropero, esto es otro mundo- dije en mi mente. Varias de las trabajadoras de ese lugar lanzaron una mirada hacia a mi como si algún día nos hubiésemos visto, realmente no sabía qué hacer, gire mi cabeza hacia la derecha y vi una joven más o menos con unos dieciséis  años de edad rodeada de  cuatro hombre mientras ella en poca ropa los seducía.

No sientas asco Margaret, no sientas asco, tienes que ser fuerte- Me dije a mi misma. Luego mire hacia arriba, estaba una mujer mayor sacando a un grupo de jovencitas  para realizar su turno. Para ser sincera quise llamar inmediatamente la policía, pero sabía que me estaría enfrentando a personas muy adineradas que podrían manejar la ley, y yo quedaría sin vengar la muerte de mi madre, o quizá también muerta.

No vacile más y seguí. Iba a sentarme una de las mesas cuando escuché.

Margaret? Sin duda voltee hacia atrás, si? Disculpa, nos conocemos?

Exactamente no, pero si conozco a tu madre, por cierto, siento la perdida de ella. Te vez mucho más hermosa personalmente.

Gracias- le respondí.

Dime que vienes a hacer a este lugar?  No creo que sea apto para una chica tan educada como tú.

Mi madre también era educada, y paso cinco años en este lugar.

Ella me miro muy sorprendida. Marga, ten mucho cuidado.

Tranquila, estaré bien- le dije.

Ella miro hacia arriba, ahí viene! Dijo con tono de temor, es el jefe, hablaremos luego.

Era el típico hombre de contextura demasiado gruesa, bajo de estatura, con barba arriba del labio superior y en el mentón, ya casi calvo, y con un arma en su cintura que lo decía todo. Por mi cuerpo paso una corrientaso, pero me dije a mi misma, eres fuerte Margaret!

Venía directamente a mi como si alguien le hubiese informado que había llegado una chica a ese lugar, ya que por lo regular llegan muchos hombres.

Hola preciosa, se puede saber que desea la bella damita?

Sabía que ese era el jefe, quien presiono a mi madre y le quito la libertad. Lo mire con cara de odio, pero también sabía que debía controlarme o si no mis planes estarían arruinados.

Hola, señor, le dije con una mirada muy seductora. Soy… Lissa. Deseo conocer este mundo, especialmente con usted. Estaba actuando como una… Como alguien que desconocía yo misma, hasta me cambie el nombre, pero creo que eso estuvo bien.

Que deseas entrar a este mundo? – sonrió.

Dime cuál es tu edad bella lissa?

Tengo… 21 años. Pero ya no hablemos más de mí, dígame, entrare o no?

Como no va a estar en este trabajo una chica tan bella como tú. Que comience la celebración- dijo con un tono alegre pero poco convincente.

 Mi corazón latía más rápido que nunca, pero ya no había vuelta atrás- Pensé mientras sonreía con sarcasmo.

EL LADO OSCURO DE MARGARETDonde viven las historias. Descúbrelo ahora