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Capítulo 4.

Narrador

-Camila! Camila! - el grito de sinuh se escuchaba por toda la casa, mientras que camila dormía profundamente y a su lado axel hacia lo mismo.

Durante la noche lo sacó de su cuna para cambiarle el pañal, pero estaba tan cansada que se acostó olvidando poner al niño en su camita y durmieron juntos.

Sinuh ya estaba desesperada así qué subió a despertar a su hija, la vio dormida y suspiró con cansancio, entendía que era una niña, una adolescente torpe que ahora era mamá. Comenzó a moverla y camila salto de la cama.

-No hice el trabajó de literatura! - parpadeo despertando y luego arrugó el rostro.

-Tienes qué lavar la ropa, voy a ir a la casa de mis padres me llevaré a... - miro al niño que dormía abrazado a la chaqueta de Lauren - De quién es eso? - Tomó la prenda provocando que acel despertará llorando. - Esto no es tuyo, mira camila que si andas de novia

-Mamá! No estoy con nadie

-Entonces de quien es esto y controla a axel que ese llanto es de un niño que se muere!

-Dásela mamá. El solo quiere tener la chaqueta encima

-Pero de quien es? ¿Por qué esto no es tu estilo y es demasiado grande, es de hombre verdad?

-Es de una amiga mamá.

-Ay! No me salgas que ahora te juntas con machorras. Vas de mal en peor! Viste a axel que me voy en 15 minutos.

Camila le dio la prenda al niño que sonrió abrazándola. Se le quedó viendo, su cabecita Con poco pelo castaño, sus mismos rasgos.

-Eres muy lindo, pero llegaste muy pronto a mi vida. - suspiró. - Y ahora solo vives para abrazar esta chamarra que ya no tiene el olor de Lauren. - levantó al bebé y con el en brazos busco pañales y toallitas húmedas - Deberíamos salir y que nos agarre la lluvia para que Lauren nos salve y te dé otra de sus chamarras verdad? - axel sonrió soltando un gritito - Aaa! Quieres eso! Pequeño chantajista.

Camila le sonrió a su hijo y suspiró.

No estaba lista para ser mamá, pero tenía que afrontarlo, solo tenía que averiguar cómo.

Cuando su mamá se fue, ella se quedó sola así que utilizó el tiempo para arreglar la casa y mientras limpiaba entre sus cajones se encontró un par de fotos con el estúpido de Seth. Lo observó fijó y agradeció tanto qué axel no se parecía a él. 

No tenía el pelo rubio, ni los ojos azules, ni la piel cobriza en aquel tono bronceado que lo hacía tan atractivo. 

-Imbecil. 

Dijo en voz alta. Enojada. El le había cambiado la vida. 

Pero entendía que también fue su culpa. Y se puso a recordar como sucedió todo. 

Camila recién había cumplido los 16 años, era popular, era linda y tenía esa fama de niña mala sexy aún que hasta ese momento no había pasado de novios tontos, besitos inocentes. 

Un sábado mintió a sus padres y se fue a una fiesta con un par de amigas en donde conocieron a steven y otros chicos mayores. 

El rubio no tardó en hacer alarde de presumir que iba a la universidad y que jugaba fútbol americano en la liga universitaria para los Bruins de la UCLA. En los ángeles, le presumió un auto deportivo de colección, la invitó a bailar, se rieron, hubo cierta química y camila quedó flechada con aquel tipo que a su parecer era perfecto. 

Siguieron tratándose y 2 meses después Seth le pidió ser su novia, claro que aceptó. 

En la escuela todos hablaban de cómo camila había flechado a un futuro futbolista profesional. Qué eran la pareja perfecta, siempre juntos en fiestas, saliendo por ahí y pasando el rato. 

Pero más allá de eso camila no quería ver que seth era solo un consentido de papas millonarios, no se esforzaba para conseguir nada. Era un buen jugador pero no tenía futuro, la mayoría de los juegos de los Bruins el la pasaba en el banquillo. 

Tomaba, fumaba, se drogaba y vivía de fiesta en fiesta presumiendo ser un profesional de americano. 

Era un patán. Y el día que camila se dio cuenta fue cuando le contó sobre el embarazo 

Seth se atrevió a decir que el bebé no era de él y que camila era una zorra que seguramente se agosto con otros tipos. La amenazó con no decirle a nadie, y la latina sabía qué Seth mediante su familia tenía las influencias suficientes para hacer cualquier cosa. 

-No se te ocurra decirle a nadie sobre ese estúpido embarazo. Mi debut en equipo mayor se puede dar pronto y tu solo lo vas a arruinar. Eres una mocosa estúpida y zorra que se abre de piernas fácil. Espero la boca si la mantengas cerrada o algo malo podría pasarte a ti o a tus papas, sabes que lo puedo hacer, camilita. - con esas palabras se alejo para siempre y en casi 1 año ella no había sabido nada sobre el. Lo cual era mejor. 

Aún qué en casa su vida que de por sí no era la mejor, se volvió un desastre.

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