Primer día de colegio

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(El de arriba es Jake Miller)

-Pii pii pii pii...-
-Ahg dichoso despertador.- Digo mientras le pego un manotazo para que deje de sonar.
-Porque se tiene que acabar el verano.- Me quejó mientras me levanto de la cama perezosamente.
- Deja de quejarte y prepárate para tu primer día de colegio- dice mi madre apareciendo por la puerta de mi habitación- te he hecho tú desayuno favorito.- Dice mi madre.
-Um tortitas con chocolate.- pienso.
Me preparo y bajo a la cocina donde está mi madre limpiando. Según me ve me pasa una bandeja con unas deliciosas tortitas con chocolate y un zumo.
-Gracias.- Le agradezco.

Bueno, mientras me como mi delicioso desayuno os voy a hablar sobre mi. Tengo 17 años y en unos meses cumplo 18. Mi padre es científico y mi madre era profesora, pero lo dejo cuando le dijeron que estaba enbarazada de mi. Tengo una mejor amiga, Lissi, está un poco loca pero la quiero, somos amigas desde que tenemos uso de razón, nuestras madres son súper mejores amigas desde que se conocieron por primera vez en la universidad. No soy la popular ni la empollona del colegio, pero si que soy un poco invisible. Mis padres notaron algo extraño en mi cuando era pequeña a si que me llevaron a varios sicólogos, médicos y otros muchos sitios, descubrieron que tengo una mente privilegiada, pero no acabaron de saber que era lo que me pasaba. A mi parecer tengo un cuerpo normal, pero Lissi, mi madre y Betty (la madre de Lissi) siempre dicen que tengo un cuerpo muy bonito, aunque me parece que exageran. No tengo problema en enseñar mi cuerpo pero tampoco tengo la necesidad de ir enseñándolo todo por la calle, a si que me pongo ropa normal, ni muy corta ni muy larga ni grande.

-Venga que llegas tarde!- Me desconcentra mi madre.
-Ya voy.- Respondo.
Cojo mis cosas, me despido de mi madre y me dirijo al colegio. Vivo cerca del colegio a si que puedo ir andando. Llevo un pantalón pegado vaquero, una camisa holgada amarilla y unas convers blancas.
Todos los días Lissi y yo quedamos en una cafetería que está de camino al colegio. Entro por la puerta de la cafetería y viene Lissi corriendo a abrazarme.
-Te echaba de menos.- Dice Lissi.
-Pero si ayer estuvimos todo el día juntas.- Respondo yo.
-Ya. Toma, he comprado nuestros cafés.- Dice mi amiga.
-Garcías.- Respondo yo.
-Venga vamos.- Digo yo. Y volvemos a dirigirnos al colegio.
Después de andar dos minutos más llegamos al parking del colegio. En el parking se ve todo tipo de vehículos: coches deportivo y caros, coches viejos, motos caras y bicis. Lissi y yo íbamos tomando nuestro café tranquilamente hasta que un coche nos pasa por al lado demasiado rápido haciendo un derrape y quedando aparcado en una plaza de coche, gracias al susto a Lissi se le ha caído el café al suelo ensuciándose las zapatillas. Del coche salen los populares riéndose de nosotras. ¿Quienes son los populares? Bueno, del piloto sale Keisha, la típica chica popular que se cree guapa, que tiene dinero y que por eso se cree mejor que los demás, de la parte del copiloto sale y Miriam, la mano derecha de Keisha, de la parte de atrás salen Nadia y Taylor, las copias baratas de Keisha.
Se acercan hacia nosotras con un aire superior.
-Mira que pringadas, no tienen dinero ni para comprarse un coche- dice Keisha mientras se ríe, y por detrás se oye como se ríen sus "amigas".
-Mira que pintas llevan, ¿venís de la temporada pasada? Porque vuestra ropa si.- Dice Nadia mientras se ríe.
Keisha mira las zapatillas de Lissi.
-Ay pobre se le han ensuciado las zapatillas, tranquila, puedes encontrar más zapatillas de ese estilo en un basurero.- Dice Keisha mientras se ríe a la vez que las demás.
No sabéis como me cabrean los abusones, me dan ganas de torturarles y de hacerles pasar todo lo que pasan sus víctimas, pero lo que más me cabrea es que se meta con las personas a las que quiero. Con cada risa que sale de la boca de esas víboras se me calienta la piel del cabreo que tengo encima. Miro fijamente a Keisha y enfoco toda mi ira en ella, me empiezan a picar los ojos y siento un cosquilleo en las manos, empiezo a sentir como si tuviera algo corriendo por mis venas. Se me empieza a nublar la vista, haciendo que deje de ver, y empiezo a escuchar gritos y voces alteradas. Se me va aclarando la vista poco a poco y consigo ver figuras borrosas, hasta que vuelvo a ver como antes, bueno sigo viendo un poco borroso y me siguen picando los ojos. Cuando miro a mi alrededor desconcertada por lo que me ha pasado está todo el mundo gritando, riéndose, corriendo, grabando y ni me doy cuenta del porque hasta que miro a las víboras, ahí estaba Keisha con el pelo en llamas llorando y gritando.
-¡Mía!- Me llama Lissi.
-Dime.- respondo yo.
-Como estás tan tranquila cuando a Keisha se le está quemando el pelo.- dice alterada mi amiga.
-Es verdad, debería de hacer algo.- pienso.
Y sin decir nada me voy corriendo a la cafetería para coger una botella de agua de un litro. Lissi aparece detrás de mi con un chico con el que tuve que hacer un proyecto el año pasado y del cual Lissi está colada, el chico, que creo que se llama Brandon, cogió la botella y salió de la cafetería con ella en brazos, Lissi le siguió por detrás mirando su definido cuerpo. Yo me reí de ella porque esta loca por el. Cuando había estirado la mano y la había apoyado en el pomo de la puerta, una mano se posó encima de la mía que estaba apoyada en el pomo mientras que otra mano misteriosa me cogió la otra mano y me dieron la vuelta pegándome a la puerta y con los brazos atrapados encima de mi cabeza. La persona que me tenia agarrada, señoras y señores, era el inigualable Jake Miller, el chico misterioso del colegio que solo asiste a cinco clases en todo un año, que no habla con nadie, que es borde y que nadie sabe nada sobre el. Unos preciosos ojos azules, un sedoso pelo negro. Sentía miedo al estar vigilada por esos ojos.

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⏰ Última actualización: Nov 19, 2021 ⏰

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