Draco es un universitario que por cuestiones de ejercicio y obviamente no de dinero se va caminando todos los días en la mañana asía su Universidad, en media pandemia las clases no duran más de 2 horas y de regreso a empezado a observar a un chico m...
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Draco se levantaba flojamente de su cama después de que su alarma y su madre le hubieran avisado varias veces que si no se apuraba llegaría tarde a sus clases, después de varios bostezos decidió cambiarse y bajar por su desayuno que no pudo disfrutar en la comodidad de su casa pues ya no quedaba mucho tiempo así que como de costumbre el chico salió de casa con su desayuno en la mano y echando una carrera contra el reloj que le amenazaba con seguir avanzando.
Después de las clases a Draco le tocaba lo que creía era lo más difícil de ir a la universidad: regresar a casa con el abrazante sol encima; abriendo su paraguas y untándose protector solar esperaba regresar lo más intacto posible a la guarida de su habitación, cosa que su piel conseguía, pero su ropa no lo hacía pues el camino asía la universidad estaba lleno de tierra, es que ¿acaso el gobierno no puede pavimentar las malditas calles? Y de regreso a su casa maldiciendo el calor y la tierra que ensuciaban sus zapatos algo llamo su atención, una canción a todo volumen se acercaba por la calle, y sin pensarlo empezó a tararearla, el conocía esa canción pero no recordaba su nombre, y cuando volteo a ver el causante del sonido se sorprendió pues a diferencia del carro ruidoso que imagino pasando por la calle avía una motoneta azul con un chico moreno de ojos esmeraldas en marcados en unas horribles gafas redondas y el cabello más desordenado que Draco hubiera visto en su vida, paso por su lado para luego rebasarle, y algo en el pecho de Draco se prendió es que ¿acaso el amor a primera vista si existía?
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