Tu y yo

1.-Lukabug

(Pov Marinette)

Gracias a Dios y a Viperion logramos vencer a Desperada, aterrizamos en el callejón justo a tiempo antes de que su transformación se terminara y me diera el miraculous, una pena, pues, siendo sincera, se veía muy bien con el traje y esa sonrisa torcida suya calentaba mis mejillas por alguna razón, Luka es un chico realmente atractivo, amable y muy atento, la verdad me sorprende que no tenga novia, no digo que quiero que tenga novia o que no tenga, la verdad eso no importa porque es su vida, no la mía, además yo estoy completamente enamorada de Adrien, ¿cierto?.

-Gracias Luka, fuiste de gran ayuda-le dije con una sonrisa mientras guardaba el miraculous

-Siempre puedes confiar en mi, Ladybug-me dijo el con una sonrisa, curiosamente su voz se escuchaba como si estuviera conteniendo algo.

Lancé el yo-yo hacia un edificio para irme a casa a descansar, pero en ese preciso momento, sentí como tomo mi muñeca, lo mire y habia un brillo en sus ojos, uno con dos tipos distintos de lo que parecía ser deseo, el deseo de que no me fuera y otro que no logre entender, juro que por un momento me quede hipnotizada por esos ojos brillantes que a mi parecer eran tan profundos como el Sena pero eran igual de oscuros que el Mediterráneo, desenrede el yo-yo y bajo su encanto sentí como tiro levemente de mi, tomo mi cintura y acerco su rostro hacia el mió, no hice nada por lo sorprendida que estaba por haber cedido a su acto, quiero agregar que a pesar de que solo fue un corto beso en los labios, pude sentir el calor, la textura y la lividez de los suyos y curiosamente encajaban con los mios como si hubieran estado juntos un vida, solo lo sentí, pero no reaccione. Fue por eso que cuando se separo y me miro a los ojos, opte por subir mis manos hasta su cuello y jalarlo hacia mi boca otra vez, el se dejo, me tomo las caderas y me choco con la pared detrás mió, este SI era un beso y una experiencia corporal, no como el que le di a Chat Noir cuando Cupido Negro o cuando baile con Adrien en la fiesta de Chloe.

Pero esto era otra cosa, tanto nuestros labios como nuestros cuerpos encajaban perfecto, el me lleva una cabeza de altura, así que tomo mis muslos ¡y me cargo sin dejar de besarme!, esto era maravilloso, estábamos perdiendo la cabeza, lo se por como me apretaba las piernas y como jalaba su cabello, maldito sea el aire que necesitamos en los pulmones, me separe de le y baje mi cara sonrojada con los ojos cerrados para no ver aquello que sentí crecía en Luka. Volví a mirarlo y estaba jadeando igual que yo, nuestros rostros quedaban a centímetros.

-¿Qué fue eso?-pregunte con hilo de voz

-Lo mismo pregunto yo-me contesto

Decir que estábamos sorprendidos de nuestros actos es poco, porque asi nada mas fue que nos surgió la necesidad de juntar nuestras bocas (y fue magnifico). Me di cuenta de que sus manos aun me sostenía las piernas con apremio y mi cara se puso mas roja que mi antifaz, el me bajo y casi de inmediato le dije:

-Esto no debe volver a pasar-el asintió y para evitarnos mas incomodidad, lance el yoyo al edificio de antes y ahora si me fui, repasando todo aquel placentero pero confuso momento y repitiéndome a mi misma que no debía repetirse por mucho que me doliera, pero que cosas estaba pensando, no es como si a cada rato nos besáramos, solo fue... ¡ni siquiera se que fue! Esto puede ser malo, solo espero que nadie nos halla visto, no lo creo, era un callejón, fui rápido a casa del maestro Fu para devolver el miraculous de la serpiente sin comentarle NADA de lo ocurrido con Luka, yo solita puedo atormentarme, no necesito que el maestro lo haga también, gracias.

Me oculte en una esquina cerca de mi casa para destransformarme y entrar por el frente al anunciar mi llegada, estando allí, en mi habitación, Tikki voló con rapidez al paquete de galletas que tengo guardado en un cajón, mientras que yo me bote en el diván viendo al techo aun en shock, sin entender lo que paso, como paso y porque paso, ví como mi pequeña kwami floto a un lado de mi cabeza con sus piernitas en pose de loto, dio una mordida a la galleta