El alfa se corrió en el preservativo aún en el interior del Omega, sintió cuando sus colmillos salieron amenazando con morder el cuello del contrario, se alejo y se acercó hacia la almohada de la cama, encajandolos ahí.
—E-eso e-estuvo bien pero estuvo tan m-mal-El pelinegro intentaba regular su respiración en el cuello de aquel Omega.—Maldita sea.
El Omega cayó dormido, enrollando sus bracitos en el cuello del más alto y el alfa no dudo en caer rendido a su lado jalandose sus cabellos, pensando en lo que acababa de hacer.
¿Eran pareja?
No, claro que no.
Les cuento.
Flashback
Heeseung caminaba por los pasillos de aquel hotel lujoso, intentando descifrando cual de las habitaciones era suya, hasta que la encontró.
Estaba por abrír pero.
Un aroma dulzón golpeó sus fosas nasales.
Un Omega estaba en celo.
Entre tanto buscar, encontró a un Omega tirado en el suelo mientras apretaba su vientre bajo, decidio cargarlo para ayudarlo y llevarlo hacia su habitación.
—¿En qué habitación estás?—El Omega no respondía.
—Alfa~—El Omega gimió mientras se restragaba contra el abdomen del alfa.
—No soy tu alfa-Algo en el interior del pelinegro se removía.-Te llevaré a mi cuarto, yo saldré a cenar con mi pareja, mientras tanto intenta recordar el número de tu habitación.
Fin Flashback.
—Mierda, despierta-El alfa removía al Omega.
El Omega despertó dándose cuenta de lo que acaba de hacer, agachó su cabeza en modo de sumisión.
—No hagas eso y levántate.
El Omega asintió mientras se levantaba y se colocaba su ropa.
—L-lo s-siento.—El Omega talló sus ojitos, estaba sencible debido a su celo, que por cierto, se adelantó cuando olió el aroma a menta del alfa.
Heeseung ignoró las palabras del Omega.
—¿Cuál es tu nombre?.—Pregunto el pelinegro mientras rascaba su nuca.
—Shim Jake
—Vete, largo de aquí.
El omega de Jake chilló ante el rechazo del alfa, se sentía avergonzado, torpemente tomaba su camisa y salía casi corriendo de ese lugar.
—Lee Heeseung que acabas de hacer, inútil.
♡̷̷۫۫
Heeseung encontraba arreglándose para ir al restaurante con su pareja.
Jungwon.
Un omega delgado, ojos cafés, cabello ondulado castaño y una muy buena figura.
Una cosa preciosa.
Y por fin acabo y decidió darse prisa para llegar a tiempo.
Y ahí estaba el omega, esperándolo en la mesa que Heeseung había reservado.
—Hola cariño—El pelinegro dejo un beso en los labios contrarios.
El rubio percibió un olor de otro omega encima de su alfa.
—Hueles a otro Omega Hee.
Heeseung tomaba asiento, los nervios lo carcomían.
—Si amor, me tope a un Omega en celo en el pasillo y lo lleve a su habitación, para eso tuve que cargarlo, nada del otro mundo.— Tomo su mano que estaba encima de la mesa, acariciandola.— Nunca te sería infiel.
Heeseung asintió.
—Siempre tan bondadoso amor, te amo.
—También te amo Jungwon.
La orden de platillos habían llegado. Ambos platicaban y comían un poco.
Heeseung tenía una sorpresa.
—Cariño.
Jungwon asintió con su cabeza mientras limpiaba el resto de comida que había quedó en sus labios.
—¿Si bebé?
Heeseung se levantó de su silla hasta quedar frente al castaño y tomar su mano.
—Jungwon eres el amor de mi vida, quiero compartir el resto de mis días contigo.
El pelinegro se inco frente al castaño, sacando de su saco una pequeña caja de terciopelo, abriéndola dejando ver en su interior un bellísimo anillo de compromiso.
—¿Quieres casarte conmigo?
Jungwon lloraba mientras levantaba a Heeseung para abrazarlo por el cuello mientras asentia frenéticamente.
—Si amor, quiero casarme contigo.
El alfa tomo el rostro del omega sonriéndole por un momento para después unir sus labios en un tierno beso.
En su mente volaban las imágenes del omega con el que estuvo.
Solo había sido una revolcada.
Jungwon no tenía porque enterarse.
Todo estaría bien.
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