2.

1.1K 139 14
                                    

"Pienso en ti y en tantas  cosas que no te llegué a decir.
Y la luna desde lejos me acompaña, y me trae tantos recuerdos que perdí".

Un rubio salió de forma sigilosa y cansada de su habitación, cerró su puerta sin hacer ruido y caminó hasta la entrada de su casa.

Miró dentro una vez más para asegurarse que no haya señales de sus padres.

Cuando comprobó eso, salió directo a su jardín golpeándolo un viento frío.

Estaba vestido con prendas que no alcanzan a darle el calor suficiente en esa noche, aún así solo caminó unos pasos alzando la vista al cielo; viendo lo hermosa que estaba la luna.

Le dolió tanto, sentía una capa de lágrimas en sus ojos pero parpadeo lo suficiente para deshacerla.

Su mente estaba dañandolo al hacerle pensar en eso que no dijo, en aquello que sí dijo; aquello que pudo decir.

Pero lo dejó pasar, ese había sido su error.

De algún modo parecía que el frío venía dentro de su cuerpo, pero se quedaría ahí, estar en su habitación solo lo torturaba más.

Respiró sintiendo sus pulmones disfrutar del viendo, era como sentirse atrapado a pesar de estar fuera.

Llevó su mano a sobar su antebrazo, dio una pequeña vuelta por el patio pero regresó a su mismo lugar.

Sus pensamientos estaban en todo y al mismo tiempo no pensaba en nada.

La luna era algo valioso para Shoto y para él, verla era pensar inmediatamente en ese chico que había robado su corazón.

Ahora, ahora dolía.

No pudo retener varias lágrimas que cayeron, se sentía un niño pequeño intentando limpiarlas mientras hacia puchero para intentar controlarse.

Recordar a Shoto dolía, pero no quería dejar de hacerlo.

[...]

"Y en la radio está tocando tu canción, la que bailamos tantas veces tú y yo".

Él mismo se torturaba escuchando esa canción en otro idioma, con la que empezó todo entre Todoroki y él.

No tan literalmente, pero esa tonada estuvo presente cuando supieron que era muy probable que se gustaban.

Pequeñas indirectas con ella, estaba cargada de recuerdos.

Ah, al corazón le gusta sufrir.

Aunque en ese momento varias canciones lo golpeaban demasiado en el pecho.

[...]

"Que diera yo por estar en tu habitación. Tu contestador responde mi llamada, dejo guardado un mensaje con mi voz".

Bakugo no era de hacer eso, o quizás sí y apenas se dio cuenta, pero dejó mensajes para el bicolor.

Haberse enseñado a hacer varias cosas a la vez era un arma de doble filo, porque no importaba si quería distraerse con tres cosas a la vez; su mente estaba concentrada en el problema.

Se sentía tan cansado, también empeoraba las cosas que en la noche no pudo dormir, quizás si junta todo durmió como una o dos horas.

Intentó acostarse, dormir, quería solo dormir y que el tiempo pasara; pero no podía.

Solo era un pequeño consuelo el estar debajo de una sábana mientras se abrazaba a si mismo.

Hacia mucho frío a pesar de ser medio día, Katsuki se dio cuenta que cuando está mal; su cuerpo se siente helado, como si la culpa se expresara de ese modo.

Un Poquito De AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora