La última noche

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Por su parte Ron estaba teniendo otro horrible sueño con arañas cuando comenzó a sentir el calor subir por todo su cuerpo y una humedad, que lo despertó, por un momento pensó que había tenido un sueño húmedo o algo; hasta que sintió un bulto en su cama y levanto las cobijas.

—¿Neville? Que... —pero lo que fuera a decir fue ahogado por un jadeo, Neville aún tenía su miembro dentro de su boca y si gritaba muy fuerte y alguien los descubriría... así, por suerte las cortinas estaban corridas —¿Que ha... aaah —¿eso había sido? no, no importaba, tenía que hablar con Neville, lo tomó de los hombros y lo apartó de su entrepierna para poder hablar, pero en ese momento vio algo que lo dejó sin palabras.

Neville tragando frente a él con su... su... lo que quedaba, en la comisura de sus labios y con la mirada completamente perdida.

—Ron —susurró antes de acercarse a él y rodear sus brazos en el cuello de Ronald.

—e... espera... ¿Qué haces? —logro detenerlo de nuevo, pero no por mucho, ya que Neville tenía sus brazos alrededor de su cuello y con un tirón lo acercó y unió sus labios en un beso tierno y corto. O eso pensó él hasta que sintió la intrusa lengua del chico tocar sus labios y en un momento de sorpresa la sintió adentrarse en su boca.

Neville estaba actuando completamente diferente, en realidad hace unas semanas que actuaba raro cerca de él, pero esta vez era muy diferente y en realidad él no estaba molesto, más bien confundido.

—Nev... —intentó detenerlo de nuevo, tenían que hablar... o tal vez después, estaba sin aliento y mentiría si dijera que ese beso no le gustó, aún que había tenido un gusto amargo.

No podía fingir tranquilidad cuando tenía a Neville arrodillado entre sus piernas abrazado a su cuello, mientras él lo tomaba de la cintura para acercarlo.

—me gustas —fue lo último que oyó antes de ser arrastrado a otro momento de completo éxtasis en los labios del chico que hasta ese día en la tarde le había parecido demasiado tímido —yo... yo quiero... hacerlo...

Estaba... estaba Neville Longbottom pidiendole sexo en medio de la noche?

—ey, espera —en un momento de lucidez Ron se dió cuenta de algo. Estaban en el cuarto, el cuarto que compartían con Harry, Seamus y Dean.

Aunque él quisiera, cosa que aún no sabía, no podían hacerlo ahí. Así que subió sus pantalones, tomó la muñeca de Neville y lo arrastró al baño, cerrando la puerta detrás de él para no ser interrumpidos.

—bien, dime qué pasa —en ese momento pudo observar al chico bajo la luz y lo que vio lo dejó sin palabras y despertó una nueva erección, e... el... estaba despeinado, sonrojado y con los ojos llorosos.

Se veía tan lindo, que Ron olvidó su pregunta y se acercó a él para tomar su rostro entre sus manos y sentir la mirada de Neville que se posaba en sus ojos.

—TU ME GUSTAS —Ron se apresuró a cubrir su boca, porque ese grito podría despertar a todos.

Ya le había dicho eso antes pero hasta ese momento no se había detenido a pensarlo. El jamás pensó en Neville de esa manera, pero no lo hubiera dejado llegar tan lejos si no sintiera algo ¿O si?

—shhh, ¿Qué diablos?... Espera ¿Que? —definitivamente tenían que hablar pero Neville no se lo hacía fácil —no es necesario que lo repitas, pero... yo... es decir... no es que no me gustes —se rascó la nuca con nerviosismo— e...es solo que no te veo así... supongo.

El no respondió, solo lo miro con enormes ojos de cachorro y se acercó a él de nuevo subiendo sus brazos de nuevo a su cuello, está vez jugando con algunos mechones de cabello a su paso.

LA ÚLTIMA NOCHEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora