Hijo...

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Quiero aclarar que todas las fechas implementadas en este capítulo son ficticias, es decir no se apegan a la realidad en ningún caso.

Taehyung desayunó en silencio esa mañana

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Taehyung desayunó en silencio esa mañana. 

Después lavo los platos también en silencio y se fue con pisadas lentas hacía la alcoba. Se sentía un poco triste.

Jungkook desde hace dos semanas está trabajando mucho, más bien demasiado. Y eso hace que no le de nada de tiempo a el.
¿Debería de reclamarle?. Después de todo es su Omega. Y ni siquiera a preguntado por osito en tres días.

Tampoco habían tenido sexo. En la etapa que sus niveles hormonales están más alterados. ¡Ni una gota de erotismo!. Taehyung lo quería, lo requería como una necesidad. Había días en donde su libido estaba tan alto que se sentía como una flama caliente de necesidad sexual, pero después Jungkook llegaba tan cansado a casa que lo apagaba como un balde de agua fría.

Lo pensó mejor y decidió que todas esas cosas eran nada más y nada menos que caprichos. Después de todo Jungkook estaba cansado por qué estaba  trabajando para su familia.

O sea Taehyung y osito.

Nuevamente negó tratando de dispersar aquellos vagos pensamientos que  no lo hacían llegará a nada.

Iría con los Kim entonces necesitaba estar feliz. Aunque no necesitaba esforzarse mucho. Aquellas personas lo ponían de buen humor solamente los veía. Su lobo comenzaba a saltar contento al oler sus aromas. Con esa nueva idea en mente decidió comenzar a cambiarse de ropa. 

Se había bañado en la madrugada así que su cabello ya estaba complemente seco, quitó su camisa y no pudo evitar ver su perfil en el espejo. 
Sonrió sin mostrar sus dientes. Su pancita estaba con una leve inclinación. Una pequeña curvatura.

(Podía jurar que en épocas de gastritis había estado más inflamado) ¡Pero es que apenas tenía dos meses de embarazo!.

Con delicadeza abrió una de sus cremas corporales y tomó una pequeña cantidad con sus dedos. La aplicó con cuidado en su vientre y la esparció con cariño. Comenzó a tararear una canción de cuna.

Le dijeron que los oídos de su bebé no estarían desarrollados hasta las 16 semanas de gestación pero aún así... el hablaba con su bebé todo el tiempo y le cantaba hermosas canciones a la hora de dormir.

Terminó de alistarse y miró el reloj. ¡Ya era tarde!.

Salió corriendo de su casa y tomó un bolso con sus llaves y dinero. Pidió un taxi y se fue a dónde había quedado citado.

En casa de Jin.

Le pareció un poco extraño por qué habían dicho primero que irían a comer pero supuso que la comida sería ahí.

Al llegar lo primero que notó fue que aún en el exterior había un prominente olor a comida. Era...comida diferente. Hogareña. Las que solamente saben preparar las madres y abuelitas. Esa que te lleva a los recuerdos de tu infancia con un solo bocado.

El Omegaverse... ¿Qué? Pt. 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora