La teoría psicoanalítica o psicoanálisis es una pseudociencia que fue fundada a finales del siglo XIX (alrededor de 1896) por el neurólogo austríaco Sigmund Freud, uno de los intelectuales más influyentes del siglo XX. Esta teoría trata de explicar las fuerzas inconscientes que motivan al comportamiento humano, es decir, aquellos conflictos internos que aparecen durante la niñez y que afectan, a posteriori, a los comportamientos y emociones del individuo. En el Psicoanálisis la sexualidad es la base del desarrollo de las personas. on esta teoría, Freud rompía con la creencia de que la sexualidad se nacía en la adolescencia, pues él afirmaba que ésta es una constante en la vida del sujeto desde el nacimiento, se estructura a lo largo del tiempo y además, pasa por diferentes etapas.
Esta organización depende de cómo se acoplen los diferentes procesos que se dan en un individuo que son tres: los biológicos, los psicológicos y los socioculturales. La disposición de estos tres elementos serán fundamentales para el desarrollo del ser humano.
Todos poseemos emociones, sueños, pensamientos, motivaciones... pero también conductas, es aquí donde incide el autor en su teoría, pues piensa que el origen de estas conductas es la sexualidad de cada uno. Además, explica que los primeros años de vida son decisivos en el desarrollo de la personalidad, es aquí donde la sexualidad cobra mayor importancia, pues comienza a darse los conflictos entre los impulsos biológicos sexuales del niño y los límites impuestos por la sociedad.
Dentro del Psicoanálisis, la Teoría Psicosexual explica que existen tres componentes fundamentales dentro de la personalidad: el ello, el yo y el super yo. El ello es la parte en la que se satisfacen los deseos, en la que aparecen los primeros impulsos de la mente humana. No hay noción del tiempo ni tampoco de lo bueno o lo malo, simplemente se llega a la satisfacción de las necesidades de cada uno. Por su parte el yo es la parte consciente de ello. Es aquí donde aparece el sentido común y la razón, no se basa en satisfacción si no en la realidad que rodea al individuo. Por último, el super yo es la parte relacionada con lo moral, con la ética que nos han enseñado desde pequeños. Estas enseñanzas provienen de muchas fuentes, los padres, el colegio, la religión... son doctrinas que frenan la conducta. Así Freud estipulaba una parte inconsciente en el individuo (el ello), una parte consciente, (el yo) y una parte moral (el super yo).