i need u ;; lit + tiago.

; s i e t e

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Los días siguieron pasando, y yo seguía esperando como un gil tu respuesta. Tiago por favor, deja de ser tan imbécil por amor... deja de pensar en él.
Me estoy haciendo mal sólo, pero es inevitable...
Desde, literalmente, nuestra última conversación hace cinco días me vivís ignorando, y creo que ya me estoy acostumbrando.
Aunque me duele que cada vez que intento hablarte te vas lejos de mi, me duele que cuando estamos con los pibes solamente hablas con ellos restando importancia a que yo estoy ahí, con ustedes. Pero bueno... así iba a ser parece...

Literalmente toda esta semana fue una mierda, en todo aspecto. Mis pensamientos me abrumaban y atormentaban más que nunca; vos ignorandome, Thomas que insistía miles de veces que coma algo, que me veía demasiado mal. Y si, tenía razón, ya ni parezco yo, vivía con tremendas ojeras y en mi cuerpo ya se empezaba a notar la falta de alimentación, pero al menos tomaba agua, morir no me iba a morir.
Las pastillas se me terminaron y no tengo ganas de salir a comprar más, además toda la semana el temporal fue una mierda así que mucho menos.

Pero bueno. Ahora, creo, estaba mejor... el día, obviamente, así que decidí salir a despejarme un rato, había un sol re lindo y hacia un poco de frío, era un clima muy lindo.
Me hizo acordar a esas salidas que tenía con Mauro los días así... paseabamos por la plaza cerca de acá cuando había sol.
Dios Pacheco, basta, te haces mierda solo la puta madre.

—Titi en serio, ¿por qué no salís un toque? Así respiras aire puro, no se, pero salí de esa pieza por favor —Rogó Thomas desde el otro lado de la puerta de mi pieza, lindo, él sólo se preocupa por mi, gracias amigo.—, Estoy hablando en serio Uriel, tenes que salir de ahí.

—Eu pará, me estoy cambiando Rusher —Respondí y al terminar de ponerme las zapatillas abrí la puerta viendo a mi amigo. Me va a cagar a pedo por mi aspecto, lo se. —Tiago mira como estas dios, ¿comiste algo? —Asenti, mintiendo.

No me creyó, como siempre.

No le tomé importancia y salí de mi pieza para poder ir abajo. Al parecer Mauro no estaba porque no había ni un rastro de él. Respire profundamente y tomé una campera, mis llaves y salí de la casa para poder ir a caminar por donde sea.

Necesitaba despejarme y ahogarme en mis pensamiento sólo, en un lugar sólo donde nadie me moleste. Bue, estaba en la calle, siendo TiagoPZK, pero creo que con mi aspecto y con la campera que me queda gigante nadie me va a ver, creo que voy a poder pasar desapercibido.

Caminaba sin saber adónde, ni pensaba en donde estaba, aunque creo que estoy cerca de la casa todavía, hay una placita cerca y creo que es la que tengo enfrente, re lindo era todo, había muchos pibitos corriendo. Dios, como me gustaría volver a ser wachin y jugar con amigos sin preocupación alguna, sin sentirme una mierda cada vez que respiro, sin sentir que me estoy hundiendo cada vez más en un lugar del que quiero huir, pero lamentableme no tengo salida. Sin sentirme tan hecho mierda por una persona a la cual amo.
Ya sentía mis ojos humedecerse al pensar en todo, podía llorar tranquilo sin que nadie me diga algo, pero no quería, capaz aparecía algún fan y no quería preocupar a la gente, por más que hace dos meses no entro a las redes.

Era un día tan lindo, el cielo estaba despejado, había sol y un vientito re lindo, era alto día, o bueno, eso creia hace dos segundos atrás, antes de sentir como todo adentro mío se destrozaba y despedazaba lentamente, doliendome todo, sintiendo mis ojos picar de las lágrimas y mi pecho arder de la angustia y tristeza por lo que tenía delante de mi.

Era plena luz del día, el sol brillaba demasiado y todo estaba tan claro. Pero yo estaba sumergido en una inmensa oscuridad. Apenas veía una tenue luz, después era todo sumamente oscuro, vacío, sin vida. Sentía el pánico apoderarse de mi, sentía mi respiración más lenta. No podía ser verdad... no, estaba alucinando, ¿no? No era real, no lo era.

Ver al pelirrojo, a plena luz del día, y con ese color de pelo que no pasa desapercibido, metiéndole la lengua hasta la garganta a la rubia esa, que sepa Dios quien es, me destrozó en cuerpo y alma.
¿Por eso me hiciste esto? ¿Por eso me hiciste mierda Mauro Monzón? ¿Por esta piba?
¿Que tiene ella que no tengo yo? ¿Que es lo que te gusta más? Mauro me estas haciendo mierda tan lentamente, y a la vez tan rápido.
Nunca pensé algo así de vos.

Y al parecer me viste cuando te alejaste de la mina, quedaste en shock. Abriste los ojos cuando me viste ahí parado, llorando desconsoladamente y con una mano en el pecho porque ya me estaba costando respirar, y demasiado. Vi como te levantaste rápido y te acercaste a mi, comencé a respirar mucho más rapido, no quería verte, no quería escucharte, era peor Mauro, me hacías más mierda de lo que ya estaba.
Me sentía tan vulnerable, tan punible. Era como un cristal tan frágil que al mínimo toque se rompe, sentía que iba a caer en cualquier momento.

Y vos estabas adelante mío tratando de explicarme, ¿Que mierda me querías explicar? No había explicación para esto, no había excusas, ya no podías excusarte.

Simplemente quería desaparecer en ese maldito momento, quería llorar desconsoladamente, tranquilo, sin vos adelante mío tratando de meterme excusas. Pero no podía moverme, estaba totalmente inmóvil. Mi cuerpo no respondía, mi mente ya no pensaba prácticamente nada. Yo no estaba ahí, estaba en otro lugar, en un lugar totalmente oscuro donde no encontraba la salida, ni siquiera una pizca de luz.
Me sentía vacío, destrozado, roto; hecho mierda.
Mauro Monzón, eras el amor de mi vida, ¿Por que me hiciste todo esto? ¿Por que me lastimaste de todas las maneras posibles? ¿Que te hice yo para que me hagas todo esto?
Ya no tenía sentido nada... ya no quería nada.
Solamente quería irme y llorar hasta deshidratarme, hasta quedarme sin aire y dormirme.

Dios. Decime, por qué me duele tanto esto si ya me traicionaste de mil formas? No es la primera vez, ¿Por qué me siento asi? ¿Por qué simplemente no puedo no sentir nada y hacerme el indiferente? ¿Por qué mierda tengo que amarte Mauro Monzón?

—¿Por qué vos? ¿Por qué tuviste que ser vos? —Respondí con las lágrimas cayendo por mis mejillas de una manera desconsolada, ni siquiera sé como conseguí decir eso —. ¿Por qué no puedo dejarte ir de una puta vez? —Mi voz estaba más rota que nunca, no podía ni hablar fuerte, fue todo en un susurro que no se si él llegó a escuchar.

—Tiago, escuchame, no-no es lo que parece, por favor —No te respondí, solamente miré el suelo mientras lloraba y sollozaba, no podía calmarme, el llanto no cesaba, estaba totalmente descontrolado.

Empecé a caminar como pude, las piernas me temblaban al igual que las manos y todo el cuerpo, no se siquiera si puedo llegar a la casa.
El aire me faltaba porque me estaba ahogando con mis propias lágrimas, no me extrañaba si en cualquier momento me desmayaba, era lo más probable.
Empecé a correr como podía, no veía nada por las lágrimas pero más o menos me guiaba.
Corrí lo más rapido que pude para llegar a la casa, me sentía más débil todavía, me mareaba demasiado y el cuerpo me seguía temblando...

Gracias a Dios llegué a la casa, entré y corrí a mi pieza a encerrarme. Ni siquiera vi si había alguien el living, solamente corrí hasta arriba y me metí en la pieza cerrando la puerta de un portazo y dejandome caer al suelo. Solamente espero poder llorar tranquilo, hasta quedarme sin aire.

¿Por qué fuiste vos?
¿Por qué tuviste
que ser vos Mauro?
¿Por qué mierda no pude
ni puedo dejarte ir?

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