Reachell Garnerd :Mis pasos resuenan en las finas losas al chocar con mis tacones rojos, como la mismísima sangre, produciendo un sonido agudo y constante que hace eco en las paredes del pasillo.
Avanzo con seguridad, esa que ha habitado en mi desde que tengo memoria. Nunca he sido una chica insegura que camina tambaleándose, o al menos no demuestro mis inseguridades por fuera, simplemente me las trago y las oculto en lo profundo de mi ser, donde nadie puede verlas. Me dirijo por el pasillo finamente decorado de la mansión Lacrountte, de paredes blancas decoradas con bordes dorados y un hermoso y reluciente suelo de mármol blanco tan impecable que me daba hasta pena pisarlo con mis sucios zapatos.
Sip, literalmente sucios porque sin querer pisé un charco antes de entrar.
Pero eso a nadie le importa, no tienen por qué fijarse en el barro de mis zapatos.
Alcanzo a oír la música clásica que se escucha dentro del salón de fiestas a donde me dirijo. Al mismo infierno donde los demonios me esperan disfrazados y con rostros cubiertos. La Fiesta de Máscaras anual de los Lacrountte, todo un acontecimiento, que lejos de ser una fiesta por el cumpleaños de uno de los miembros de la familia era en secreto una junta de negocios a la que asistían las mafias más grandes y peligrosas de toda Europa. Junta que servía para traficar todo tipo de mercancía, drogas, alcohol, dinero, armas, órganos humanos y hasta personas.
Así que se podría decir que si no me ando con cuidado podría perder el hígado o un pulmón, que posiblemente terminaría siendo vendido en el mercado negro.
¿Y qué hago yo en una fiesta de mafiosos, delincuentes y traficantes?
Buena pregunta.
Pues ni yo misma sabría dar todas las razones del porqué. Pero la principal es dar con el paradero de mi hermano menor, Connor, que desapareció hace tres meses en un pueblito al Sur de Francia. Y no, no soy mafiosa, ni delincuente, ni novia de mafioso si es lo que piensan.
Aunque bien que me gustaría ser la primera o la tercera.
Preferiblemente la tercera..
Tomo una respiración profunda y empujo la puerta principal del salón y al estar completamente abierta todas las miradas se posan en mi y en mi roja máscara a juego con mi vestido, mis tacones y mi cabello color fuego. Bajo las escaleras con elegancia, una mirada penetrante se posa sobre mi cuerpo, la busco con la vista y doy con unos preciosos ojos verde claro que me escanean de arriba a abajo con un brillo de pura perversión y crueldad.
Son hermosos.
Sigo mirándolo y su mirada me muestra solo tres cosas debajo de esa máscara negra: crueldad, lujuria y sobre todo peligro.
Siento que me desnuda solo de mirarme, ¡y ni siquiera se el nombre del dueño de esos ojos!
Aunque ahora que lo pienso bien, para tenerlo en mi cama no necesito saber su nombre.
Espera... ¿yo acabo de pensar eso?
Okey, para qué me hago. Soy una maldita lujuriosa y pervertida que de sólo ver un chico lindo piensa inmediatamente en quitarle todo y darle duro contra el...
Vale, demasiada información.
Aparto la mirada con sutileza, avergonzada y a la vez no por mis pensamientos y me dedico a bailar la canción que suena mientras busco a mi objetivo con la mirada. Aunque ni siquiera sé que demonios estoy buscando. Pero bueno, la intención es lo que cuenta, o al menos eso dicen.
Luego de un rato de búsqueda en vano me pierdo entre la gente y me dirijo a la barra a por una bebida, ya que mi garganta se secó al momento que abrí la puerta y recibí las miradas lascivas de todos los hombres de la fiesta. Pero eso no fue la que más me inquietó, sino la curiosidad de saber sobre alguien en específico.
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Venganza Inmoral
RandomCuando dos sentimientos tan fuertes como el amor y el deseo de venganza se juntan, solo uno de ellos puede ganar. O sucumbes al amor. O consumas tu venganza. Reachell Garnerd quiere venganza. El obstáculo : está enamorada. ¿Al final triunfará el am...