Shadow Of Love

Capitulo 1

  

Nuevo país = Empezar de cero

"¿Quiero escapar?

Quizás".

—El Amor Que Me Tenia; Ricardo Arjona, Pablo Alboran.

Rose

—Estimados pasajeros se les informa que hemos aterrizado con éxito; bienvenidos a Madrid, la hora local es 6:35 pm, de parte del personal les damos las gracias por volar con aerolíneas Copa Airlines, esperamos que disfrute su estadía aquí.

Esas palabras sirvieron como un balde de agua fría, para quitarme todo rastro de aburrimiento que podría tener y regresarme de golpe a la realidad, de la cual intentaba escapar desde que puse un pie en este avión.

Ojala pudiera lograrlo.

Rain, mi mejor amiga, dormía recostada de la ventanilla, con sus audífonos de casco puestos; la sacudí un poco fuerte para despertarla de su sueño de piedra, no voy a decir que me sentí culpable por ser algo brusca porque esa es la manera más suave de despertarla; por lo que me sorprendió que abrió los ojos al instante, nunca en la vida la había logrado despertar tan rápido, por lo general siempre la tenía que tumbar de la cama en los mejores casos.

Esto es un gran logro para mí.

—Mmm ¿Qué quieres? —hablo aun adormilada y con su habitual malhumor.

—Párate que ya llegamos.

Con toda la pereza y lentitud del mundo se desabrocho el cinturón de seguridad y se levantó a buscar su maleta y mochila, yo por mi parte a diferencia de ella andaba con botas de tacón mediano por lo que no tuve que hacer mayor esfuerzo para lograr alcanzar la maleta, en cuanto la baje me gire y me encontré con una Rain con los ojos llorosos viendo fijamente a su maleta.

— ¿Rain?

—No sé cómo ver esta situación, no sé si estar feliz porque al fin pude viajar siendo libre después de tantos años o sentirme mal por la razón de nuestro viaje —soltó un suspiro pesado y se secó las lágrimas — tal vez sea mejor verlo de la primera forma.

—Si te soy completamente sincera, no lo sé.

El silencio se hizo presente tras esas palabras, un silencio cómodo; con ella era la única persona que podía mantener ese tipo de silencio; en realidad con Rain y mi hermano; en la mayoría de los casos odiaba quedarme en este tipo de situaciones; odiaba quedarme así de callada con alguna persona; porque se sentía la necesidad de las palabras, sin embargo con ellos la confianza y los años de amistad, sin contar que conozco a mi hermano desde que nací, literalmente, nos daba la facultad de quedarnos horas así, sin ninguna palabra de por medio.

Sin embargo, la falta del sonido hace que escuches con una claridad abrumadora tus propios pensamientos y los míos eran recordatorios constantes del porqué de este viaje.

Pasaban por mi mente como si fueran un álbum de fotos que pasaba a toda prisa; pero las imágenes siempre eran las mismas; gritos, golpes y él, sobre todo de él.

Como era de suponerse al entrar en el aeropuerto no se divisa ni la sombra de los padres de Rain, ni de los míos, ni siquiera alguno de nuestros hermanos.

Quisiera decir que me sorprendía, pero sería una mentira muy descarada; ambas ya estábamos acostumbradas a esto, que nunca estuvieran. Ni en cumpleaños, actividades de la escuela o cosas similares.

El suave sonido de las gotas que poco a poco cobraban fuerzas resonó por todo el lugar, me gire hacia Rain.

—No puedo creer que apenas llegamos y ya trajiste la lluvia —bromee, en un vago intento de aligerar el ambiente tenso que traíamos desde Venezuela.