2 - (T/N)

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(T/N).

Nunca me gustó alguien en particular, desde pequeña repudiaba a cualquier hombre, todos me parecían estúpidos niños creídos.

Pensé que tal vez las mujeres eran mi fuerte, sin embargo, lloré cuando di mi primer beso con una chica, era pequeña quizás tenía nueve o diez a lo mucho, recuerdo que, lo peor fue el sentimiento de perdida que llegué a sentir, mi mente me decía que no había esperado el momento adecuado para ello y que me lamentaría toda la vida.

Con el tiempo, dejé de pensar en todo eso, me concentré en mi misma y progresar en todo lo que amaba, estaba bien, todo estaba bien....

Entonces....

¿Por qué me siento tan vacía?

(.................)

Una extraña comezón apareció en mi nariz y sin dejar de mover mis dedo por el control, di vuelta mi rostro para estornudar, una acción equivocada pues pude escuchar como mi personaje era totalmente derrotado.

- Mierda - Maldecí mirando a mi compañero - ¡Estaba estornudando! - Gritó alzando el control del videojuego, Hajime sonrió abiertamente mientras elevaba los hombros.

- Ganar es ganar - Respondió moviéndose en la silla giratoria - Es valido.

- ¡Exijo la revancha!

- ¿Otra vez?

Fruncí el ceño tratando de golpear su rostro con mi pie, aunque la distancia de la cama a la silla donde él se encontraba era mucho, Iwaizumi seguía sonriendo con una risa triunfante en su maldita cara.

- Ya gané más de cinco veces - Recordó - Y tenemos que ir a Itachiyama antes que Sakusa se de cuenta que llegamos tarde.

- Kiyoomi y la preparatoria se pueden ir a la mierda - Espeté tirándome de espaldas en mi cama - Es nuestro último año, debería tener un poco que conciencia.

Sentí como Hajime se dejaba caer a mi lado, el peso de su cuerpo contra el viejo colchón hizo un extraño y raro sonido, me di vuelta dándole la espalda para no mirar su rostro, sabía lo que hacia.

- Tenemos que irnos - Repitió - Nos mataran si llegamos tarde.

- Cinco minutos más - Bufé al sentir como me jalaba de un pie - Hajime

- Te conozco desde que tengo memoria, eres como mi hermana, sé que no estarás solo cinco minutos más.

- Pero... ¡Oye! - Antes que pudiera contestar Hajime me tomó de la cintura y, haciendo un rápido gesto, quedé sobre su hombro - Mierda, eres un bruto.

- Vamos.

- No me llevaras hasta la preparatoria.

- ¿Quieres apostar?

La sangre empezaba a bajar hacia mi cabeza, sentía la presión de ella en mi rostro - Eres un bruto desalmado.

- ¿Desalmado? - Repitió empezando a dar vueltas sobre su propio eje, el movimiento hizo que mi cuerpo se alzara unos segundos por la gravedad y mis ganas de vomitar el desayuna no tardó en aparecer.

- Haj... Mierda, Iwaizumi - Regañé como pude.

La risa de mi amigo inundo la habitación, era algo grave y bastante agradable al oído, Hajime siempre se caracterizó por eso risa y sus ojos color olivo.

Aunque la acción del momento se vio interrumpida por la puerta abriéndose, de ella apareció mi madre la cual nos quedo mirando totalmente extrañada.

𝗘𝗻 𝗘𝘀𝘁𝗮 𝗩𝗶𝗱𝗮 - 𝗢𝗶𝗸𝗮𝘄𝗮 𝗧𝗼𝗼𝗿𝘂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora