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idiota [03]

Pasaron unas tres semanas y no supe nada de papá, mamá me llamaba para saber cómo estaba.

De Tobey poco sabía ya que él se había ido con su novia a Milán.

Y pronto entraría a la universidad para estudiar Comercio Exterior.

Lo que más me ha gustado desde que era más joven.

Hoy comenzarían mis clases, así que me levanté, me di una ducha y me puse jeans mezclilla con un top blanco.

Me alisé el cabello y me hice un delineado. Pinte un poco mis labios, con labial rojo.

Y me fui.

Al llegar, me fui a mi salón y me senté esperando a que comenzará la clase.

Entre y la primera persona que vi enfrente mío, era aquel chico.

Estaba con una chaqueta de cuero, unos jeans negros y por debajo de la chaqueta un polerón negro.

Traía una converses del mismo color.

Estaba riendo con sus amigos y para ser sinceras cuando ríe parecía alguien guapo.

Se le ponían chinos los ojos y se veía tierno.

Pero al verlo no puedo evitar pensar que folle de la mejor manera con él. Pero de todos modos el no me recordara .

Así que pasé por su puesto y me senté. En el último puesto de la parte más alta del salón.

El siguió hablando y riendo con sus amigos. Hasta que me noto.

Sus ojos se abrieron de par en par y para hacer notar que yo no lo conocía desvíe rápidamente la mirada.

Joder ya me vio

No me quedó de otra y para evitar su mirada, tomé mis cosas y me cambié de pues, ahora el de más abajo.

Empecé a revisar mi móvil.

—¿no te gustó como te folle aquella noche para que me dejaras plantado en la ducha? —dijo sentado a mi lado—

Maldición.

—¿perdón quién eres? —si se quién es—

—¿no me recuerdas? —levantó una ceja—

—entiende no se quién eres—vamos Beca, deja de actuar—

—vale, entonces déjame presentarme ya que aquella noche no lo hice —dijo—, soy PJ Park, mucho gusto.

Sonreí con los labios juntos y levanté las cejas.

—genial, yo me llamo Rebeca y solo Rebeca.

—okey solo Rebeca....

—si quieres me puedes decir Beca.

—bien—sonríe—, Beca, espero que me recuerdes, que entre tus recuerdos este yo. —guiño un ojo y se paró y volvió a su lugar—

—si te recuerdo —se dio vuelta y sonrió victorioso—, pero todo tiene su razón por la que te deje aquella vez.

—y espero que me la puedas dar —sonrió y yo asiento—

Al cabo de que acabo la clase salí y el me siguió.

—y.... ¿Me dirás? —enarco una ceja y reí—

—tenía algo importante al otro día, y si me quedaba no hubiese ido.

—¿y valió la pena haber ido?

—no, la verdad es que no. Hubiese sido mejor que me haya quedado en mi cama aquel día —rio—

—¿o en mi cama junto a mí?