Leyla's POV
Sonó otra vez ese maldito despertador haciéndome salir de mi fabuloso sueño en el que Taylor Lautner me daba duro... Ups creo que no debí pensar en eso de nuevo, cabreada me levanté y miré el despertador con recelo.
-¡Maldito despertador, ahora no podré tener mi historia de amor con el lobito buenorro!
Tiré ese artilugio del demonio por la ventana... Ya compraré otro, me giré dispuesta a salir corriendo, pero me choqué con ese asqueroso ser que tengo como hermanastro. Uff, recién levantado parece Gollum.
Carl, ese estúpido sin cerebro que va detrás de cada minifalda que se le cruza por la vista.
-¡Eeeh, mira por dónde vas rarita!
Oh, si, se me olvidó decirlo, nuestra relación 'familiar' no es muy buena. Todo esto empezó hace varios años, él fue una vez al que solía llamar mejor amigo, pero por cosas del destino al entrar al instituto todo cambió, me dejó de lado para irse con la gente popular y ahí se convirtió en un imbécil sin cerebro.
Una llamada me sacó de mis pensamientos, era Renee, mi mejor amiga, es extraño que me llame a estas horas...¡mierda, quedé con ella para ir al instituto!
Renee aquí:
-¿Ahora no sabes ni contestar al teléfono? No me digas que eres tan inútil.
Se burló de mi como siempre hacía y se fue hacia la primera planta dejándome contestar tranquila, al fin, menuda desesperación de niño.
Conversación telefónica
-Oye, ¿dónde estás pedazo de perra? Llevo 10 minutos esperando en tu puerta como una subnormal, además tu hermanito el retrasado al salir me ha cerrado la puerta en las narices y me ha mirado como si fuese un trozo de carne. Espero que tengas una buena excusa para que no te muerda cuándo bajes.
Y esta es mi adorable amiga en todo su esplendor.
-Lo siento, ¡me quedé dormida y me encontré con ese engendro al que tu llamas mi hermano, no me mates! Estoy bajando ya, apártate de la puerta que ya sabes lo que pasa. ¡Te quierooo!
Dije corriendo escaleras abajo, soy muy joven para morir.
-Menuda pelota que eres, ya mismo saldrás rodando.
Dijo ella cambiando de humor completamente, hay veces que pienso que es bipolar. Colgué inmediatamente abriendo la puerta y saludando a mi amiga a una velocidad asombrosa.
-Venga vámonos que nuestra primera clase es con el profesor Solís, como lleguemos tarde nos dará su famoso mascón (mordisco) en el ojo. Apúrate vaga.
Renee me agarró del brazo haciendo que corriese junto a ella, tras un largo camino lleno de obstáculos y caídas llegamos a clase a tiempo.
-¡Miradlas parecen vagabundas!¿De qué puente habéis salido?
Y otra vez, ahí estaba mi hermanastro con esa risa que me provocaba naúseas jodiéndonos el día de nuevo... Mamá, ¿qué te hice yo para merecer esto?
Por fín pasaron las tres primeras horas de aburrimiento y tocaba el tan esperado recreo en el cual nos reuníamos con nuestras amigas del otro curso para cotillear y ver a los chicos guapos del instituto.
Noté unas manos en mis hombros que me hicieron girar encontrándome con Matt, mi crush, me estaba faltando el aire y me temblaban las manos, pero,¿a quién no? Es perfecto.
Mis amigas se quedaron mirando sentadas en el banco de enfrente... Menudas cotillas, esto para ellas es como una película de romance del pocho.
Me centré de nuevo en el chico tan guapo que tenía frente a mí. Parecía querer pedirme algo pero no lo soltaba y yo no era capaz de abrir la boca. Tenía que atreverme quién sabe cuando volvería a tener una oportunidad así.
- ¿Necesitas algo Matt?
Le hablé en un tono demasiado dulce, incluso para mí. Pero parece que eso lo hizo soltarse. En ese instante se acercó Renee ya que ella siempre tenía que estar conmigo, siempre fuimos como uña y carne.
-Ellos me dijeron que fueses a las gradas, según Carl tiene que hablar contigo y con Renee.
Aprovechó para decírselo también a ella, ya que la muy cotilla tuvo que venir. Bueno así al menos me ahorré en tener que buscarla.
Ella y yo nos miramos y asentimos encaminándonos hacia nuestro destino con cierto miedo. Ya vimos las gradas y se nos acercó ese mono sapiens.
-Anda, ¿a quiénes tenemos aquí?
Lo cortó Rene rápidamente ya que no queríamos escuchar sus tonterías.
-Venga ya Carl, ¿qué demonios quieres?
-Con que humitos vienes Rubia, ¿quieres que te relaje?
En ese momento lo miré con asco e interrumpí su conversación.
-Cerdo asqueroso, ¿nos vas a decir ya qué quieres o vamos a tener que esperar a que sepas usar el cerebro?
Como se nota el amor.
-Eeh, que yo no te he insultado ahora, vengo en son de paz.
Dijo levantando sus manos como si estuviese amenazándole con una pistola.
-No me mientas, tu vienes en son de tirarte a mi amiga.
Ella comenzó a reir descontroladamente mientras Carl y yo seguíamos discutiendo.
Ese asqueroso siguió hablando como si no le hubiese dicho nada.
-Bueno necesito que hagáis una cosa por mí.
Maliciosamente juntó sus dedos a la vez que decía esas palabras.
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Promesas rotas
Teen FictionLeyla es una chica atrevida y dispuesta a soltar todo lo que piensa. Carl es un chico que no ve más allá de la belleza. Estos hermanastros son muy diferentes, pero él tiene algo irresistible. ¿Leyla podrá resistir la tentación y seguir odiándolo?