|Avisar de errores ortográficos|
¡Estoy dedicando capítulos al azar, no lo olviden!
Lea
Antes de llegar a mi casa pasé por un centro de salud en donde saqué fecha para el psicólogo. Realmente necesitaba ayuda, las pesadillas por las noches no me dejaban dormir y el miedo todavía estaba presente. No quería hablar con mis chicos, sabría que los preocuparía y que tendría que contarles todo lo que anteriormente no les conté, todo sobre mi secreto...
Ahora mismo estoy terminando de arreglarme para ir a la empresa de mis chicos. Me coloqué mi ropa interior de encaje azul y continué con lo demás. Até mi cabello en una coleta alta, pinté mis labios de rojo mate y me coloqué mascara de pestañas. Guardé lo necesario en mi cartera y antes de salir de mi casa me miré una última vez en el espejo.
Antes de salir me coloqué cuatro anillos; dos en cada mano y luego me coloqué unos aretes simples.
Estacioné el auto frente a la empresa D'Angelo y me bajé de éste. Emprendí camino hacia la entrada y cuando llegué hacia los guardias estos inmediatamente me dejaron pasar. Fruncí mi ceño ante eso pero no le tomé mucha importancia.
Percibí las miradas de odio y envidia en las mujeres y las miradas lascivas por parte de los hombres al momento de adentrarme al primer piso.
Caminé hacia la oficina de Dante ya que llevaba diez minutos aquí y cuando fui a las oficinas de mis otros dos chicos recibí la misma respuesta: "Se encuentra en la oficina del jefe mayor, Dante D'Angelo, está en una junta importante".
Salí del elevador y me acerqué a la secretaria de Dante. Ésta me miró de pies a cabeza mientras me fulminaba con la mirada. Fruncí mi ceño y luego rodé los ojos en señal de fastidio.
-¿Qué quiere?- preguntó con una delineada ceja alzada y sus brazos cruzados.
-Necesito pasar a la oficina de Dante D'Angelo. Mejor haga su trabajo y deje de mirarme como lo está haciendo. Llámalo y dile que alguien importante necesita verlo, pero no le digas que soy yo- pedí con una sonrisa falsa.
La vena en su cuello se marcó y pude ver destellos de furia en sus ojos. Sin replicar llamó y dijo justamente lo que le pedí para luego colgar y dirigirse hacia mi persona de mala gana.
-El señor D'Angelo dijo que puede pasar, pase- dijo con los dientes apretados y su cuerpo tenso.
-Gracias, cariño- sonreí de manera hipócrita y me dirigí a la puerta de mi hombre. Golpeé dos veces y escuché su voz seria e imponente decir el típico "pasé". Me adentré por completo a la oficina y allí se encontraban mis tres hombres.
Dante estaba sentado en su silla con una pierna cruzada por encima de la otra de una manera bastante varonil, un vaso de Whisky estaba en su mano izquierda. Su aura intimidante y su fuerte postura me hizo morderme el labio inferior con fuerza. Lucca se encontraba sentado en una silla con su pecho apoyado en el respaldo de ésta y sus piernas a cada lado de ésta misma. Su espalda se veía más ancha y sus músculos se marcaban más. Por otra parte, Bruno estaba parado al lado izquierdo de Lucca; su pantalón azul y su camisa blanca se amoldeaban deliciosamente a su musculoso cuerpo bien entrenado.
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Lea [SUSPENDIDA]
RomanceLea es una doctora de veinticuatro años. Es una chica que no cree en el amor ya que siempre tuvo malas experiencias en todas sus relaciones, pero hubo una que la marcó profundamente. Los D'Angelo al verla supieron que ella sería su mujer. Están disp...