Testamento.

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Había pasado un mes desde que el ejército norteamericano trajo de regreso los restos de Jack Dalton y los miembros de la Fundación Fénix concluyeron su misión con las pistas que había dejado en caso de que falleciera en dicha operación. Tiberius Kovac ya no lastimaría a nadie, pero el daño más profundo lo había provocado en el equipo de Fénix, en especial en uno de sus miembros que no suele ser muy expresivo. Ya no estaba el único hombre con quién podía desahogarse sin temor de que usará todo lo que sabía en su contra. Haber trabajado juntos en el pasado les hizo crear un fuerte lazo de amistad que solo la muerte pudo romper, tal vez no sólo era amistad, sino que algo más y aunque le dio la orden de volver, un presentimiento le decía que era la última vez que lo vería. Le hubiera gustado abrazarlo, tener una fraterna despedida, es posible que al haber sido un simple adiós y su sorpresiva muerte, la hicieran dudar de su amistad. Cuando estuvieron a solas, él la vio llorar por alguien que había roto su promesa de amor eterno, pese al contraer matrimonio.

Había consolado a todos sus empleados, su posición le daba esa jerarquía, pero, eran más que eso, amigos, familia, que ahora había perdido un miembro para siempre y aunque sabían que a él no le hubiera gustado ser la causa de la tristeza de su equipo, era inevitable no extrañarlo. Ya no volverían las risas en los momentos como el que estaban pasando y el consuelo de ir por pizza y ver Duro de matar por milésima vez, los malos chistes y los problemas que causaba con sus alías que todo mundo terminaba odiando, las improvisaciones en medio de las misiones y la lista podía seguir y seguir, pero no hubo nada más que el llanto contenido desde su fallecimiento.

En ese momento tocaron la puerta y como pudo preguntó por la persona que se encontraba al otro lado.

-Soy Mac, Cristian la hermana de Jack está aquí.

Matty pidió que entraran, Mac abrió la puerta, ella les daba la espalda mientras trataba de tranquilizarse y dejar de llorar, pero él entendía lo que pasaba.

-Estaré afuera por si me necesitan.

-Gracias Mac.

Dicho esto, el rubio se retiró cerrando la puerta tras de él.

-Toma asiento.

-Gracias.

-Directora Webber, ¿se siente bien?

-Siendo sincera, no, no estoy bien.

-Entonces creo que pediré una nueva cita.

-No hace falta, solo pensaba en Jack y en lo mucho que lo necesitamos en este momento.

-Sé que ya no vendrá, pero esto es para usted.

Matty, aún con los ojos llorosos vio lo que la hermana de su compañero llevaba para ella, un pequeño baúl, se sorprendió de verlo, pues el recordó la primera vez que se conocieron.

-En el testamento de Jack, dice que todo el contenido es para usted.

-Pero...

-Le doy mi palabra de que jamás lo revisé.

-¿Y qué hay de ti?

-Él ya me dejó lo que tenía destinado para mi.

-Está bien.

-Directora Webber... si alguna vez necesita hablar conmigo, le dejo mi número de teléfono.

-Gracias, ¿puedo darte un abrazo?

-Por supuesto.

Ambas se abrazaron, Matty no pudo evitar llorar, tal y como lo hacía con Jack cuando él la escuchaba en momentos difíciles, quiso nombrarlo, pero el nudo en su garganta se lo impidió pero en su interior lo llamaba desesperadamente.

-Gracias por todo directora Webber.

-Gracias a ti y a Jack.

Ambas dejaron de abrazarse, la sonrisa de los hermanos eran similares, pero la de Jack siempre sería su favorita. Matty la acompañó a la puerta, del otro lado Macgyver esperaba sentado en el sillón, él la regresaría a su casa, antes de salir, le pidió que cerrará y que dijera que no se encontraba. Mac asintió y se retiró junto con Cristian, Matty cerró la puerta del despacho y abrió el baúl, fue grande su sorpresa al ver la foto del primer equipo donde trabajaron, donde se habían conocido. Él la cargaba en esa ocasión, recordó que fue el primer enfrentamiento que tuvieron, pero ahora era un recuerdo divertido, un sobre con su nombre escrito, lo abrió, una carta para ella.

Hola niña, jefa,... bueno, dejémoslo en Matty:

Sí estas leyendo esto es porque ya no estoy, bueno, eso es más que obvio. Para ser sincero, no sé por donde empezar, porque no es fácil, pero trataré de expresar mi sentir en estas líneas. Antes que cualquier otra cosa, quiero agradecerte por todo el apoyo y las miles de oportunidades que me diste, tal vez sin merecerlo a lo largo del tiempo que convivimos juntos, en especial, los últimos años que han sido los mejores al compartirlos con alguien como tú. Gracias por la confianza que depositaste en mí, sobre todo el haberme confiado tu matrimonio clandestino con Ethan, aunque no fue el "felices para siempre", que te hubiera gustado. Hablando de él, no quiero saber que lo has vuelto a ayudar, espero que la última vez que estuve contigo, sea la última vez que lo ayudaste, odio verte sufrir por alguien que no vale la pena, me dolió verte de esa manera, a pesar de que hice lo posible para hacerte reír, aunque fue imposible, porque estás leyendo esto y porque en ese momento fue que recibimos la foto de Kovac.

Bien, espero que no me guardes rencor por lo que estoy por confesar, pero poco antes de que te reencontraras con Ethan, comencé a tener sentimientos hacia ti que por cuestiones de nuestro trabajo, no se pueden expresar o dar a conocer del todo, además porque estabas casada. Perdóname por decirlo hasta ahora, pero ya sabes como soy. Te amo Matty y perdón por hacértelo saber, no quería aprovecharme de tu dolor y que me consideraras un oportunista, correspondiendo a mis sentimientos por despecho, quería sentir tu amor real, puro, sincero y no por lástima. Te amo y hasta ahora tengo el valor para decirlo, tal vez es demasiado tarde, pero no me odies por eso, perdóname por dejarte sola y confundida ante de mi declaración. Te amo, como no tienes idea, sí pudiera te cargaría como en la foto, pero es tarde, solo puedo desearte una vida prospera, cuídate mucho, para que hagas lo mismo con el equipo, que son mis amigos y parte de mi familia.

Con cariño; Jack.

-¡Eres un idiota!

Fue lo único que pudo decir antes de comenzar a llorar, ahora era más intenso el dolor con que lo hacía. Jack odiaba a Ethan por romperle el corazón, pero él había hecho lo mismo al confesarle sus sentimientos en esa carta.

-¿Por qué hasta ahora Jack? Tal vez..., ¡No, yo también te amo!

Después de decir eso, besó la foto donde estaban juntos, seguido de eso, continuo revisando el contenido del baúl que tenía tantos recuerdos juntos mientras pensaba en como hubieran sido las cosas si él hubiera regresado y se confesarán sus sentimientos.

Yo también te amo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora