Cuando las estrellas digan mi nombre 【BakuTodo】 【TodoMomo】

Cuando las estrellas digan mi nombre

—Entonces... —la mujer detuvo la taza de té a unos centímetros de sus labios, mientras sus ojos se encontraron con los de su hija, ambas compartían la merienda en una agradable tarde de jueves, el clima era húmedo, esa mañana había llovido y una extraña niebla se estaciono, solo para que al medio día el sol apareciera en el cielo ocasionando la bochornosa sensación térmica que llevo a ambas mujeres a tomar el té en el jardín—¿Ya han planeado cuando tendrán al bebé?

—Aun no madre —sorbió otro trago de su té earl grey, como de costumbre sus movimientos fueron elegantes y el sonido de su voz fue bajo, pero conciso, la dulzura que había aprendido a imitar desde niña salió con precisión ocultando el desazón que despertaba en sus entrañas.

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Siendo su elocuencia y carisma su mayor virtud. Una que encanto a su padre, el líder de la familia Yaoyorozu, un hombre guapo y elocuente, con porte gallardo y una sonrisa que juraba estaba asegurada en un millón de yen, fue extraño, por supuesto –varias veces escucho de amigos cercanos a la familia y parientes- que ambos personajes a pesar de sus personalidades audaces nunca se hubieran encontrado antes, siendo que ambos, compartían una cuantiosa porción de amigos en común y pertenecían a familias de la alta sociedad, pero cuando se encontraron, fue por supuesto amor a primera vista, la química estaba ahí, y todos podían jurar que vieron chispas salir cuando ambos se sonrieron y se acercaron a bailar en el centro de la pista.

Por supuesto, una vez que se tuvieron en brazos no se permitieron dejar ir y el compromiso no fue una sorpresa, aun menos el hecho de que su unión hizo prosperar a ambas familias al instante ante la genialidad de ambas mentes.

Sin embargo, dos personas extraordinarias no podían ser del todo perfectas, el infortunio radico cuando pensaron que era hora de tener a su primer hijo, lo cual no resulto como esperaba, dijeron los doctores, después de varios intentos, que sería un doloroso y largo camino y en dado caso que pudieran tener uno, se corría el riesgo que ambas vidas se perdieron en medio del parto.

Ambos se habían mirado a los ojos y tomaron una decisión. Recorrieron así el trágico camino que pudo haber acabado con su matrimonio, sin embargo fue la tragedia lo que les unió más y cuando pensaron en rendirse el milagro sucedió, habían tenido una pequeña niña a quien nombraron Momo; Yaoyorozu Momo, quien había sido su milagro, su bendición.

Tras el nacimiento de la niña, decidieron que era momento de desistir, si bien, lo esperado hubiese sido que fuese un varón quien representara a los Yaoyorozu, Momo representaba su mundo entero.

Momo creció siendo amada, llena de cuantiosos regalos, jugando en un inmenso jardín lleno de flores, siendo siempre acogida por los amorosos brazos de sus padres, y llenada de ilusiones que en el futuro serian su perdición.

—Mi pequeña princesita —había dicho su padre tras tomarla en sus brazos cuando al fin le había atrapado, Momo rio ante las cosquillas que le generaba la barba de su padre cada que depositaba besos en su mejilla— Eres tan hermosa, quien tenga el honor de tomar tu mano será el hombre más afortunado del mundo.

Momo hizo un puchero, su entrecejo se frunció y sus ojos brillaron mientras miraba a su padre a los ojos.

—¡No! ¡Yo no me casare con nadie! —dijo— ¡Yo solo amare a papá! —y el hombre rio.

—Pero cariño, un día conocerás a la persona que amaras más que a mí o a cualquier otra persona que hayas conocido —le sonrió con dulzura acariciando su mejilla, su pequeña le miro con tristeza, para Momo no había persona qué más quisiera en el mundo que su padre, claro además de su madre también— Y esa persona en cambió será la persona que te amé más que a nadie sobre la tierra —beso su mejilla con dulzura— Y entonces los dos vivirán felices para siempre.