NUNCA DEJÉ DE AMARTE.

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¡Hola! Esta vez vengo a presentarles mi primera historia, traté de poner en orden mis ideas para darle forma a este fic, espero que les guste, déjenme su opinión.

Para darle imagen a Camila Mendoza y a su esposo aunque este solo es nombrado y no descrito, ni con diálogos, me base en una pareja de novelas que también me gusta mucho, Dana García (Camila Mendoza) y Mario Cimarro (Mario Reyes).


Por LennyHofstadter


NUNCA DEJÉ DE AMARTE

Armando Mendoza se frotaba fuertemente los ojos, será que la fuerte gripe que lo aquejaba en aquel momento le estaría afectando la vista. Vaya que los 40 le estaban llegando duro, ya se sentía viejo, faltaban 3 meses para su cumpleaños, hacia poco más de un mes le dio un problema estomacal fuerte que lo ausento de la oficina una semana, quince días después, infección de oído y hace una semana un gripon de no aguantarse, claro haber salido al balcón de su apartamento y de noche en la fría Bogotá no había sido buena idea, sí definitivamente estaba viejito.

Y ahora solo eso le faltaba que la vista le fallara, pero Dios sí le iba a fallar con aquella visión, que le fallara para siempre, su mente le estaba jugando una mala pasada, hacia ya ocho años de aquella última vez en el Luna Azul, habían quedado como amigos, habían aclarado muchas cosas, sabían que se amaban mutuamente pero estaban los dos muy lastimados como para continuar una relación o por lo menos Betty lo sabia y así se lo hizo entender a Armando.

Escena retrospectiva

B. Mire Doctor yo...

A. Como así Betty no habíamos quedado en que me iba a llamar solo Armando.

Betty se sonroja baja la vista a sus manos de repente tienen algo interesante, se arma de valor y lo mira a los ojos.

B. Mire Armando, como le dije, ya lo perdone, en mi corazón no hay rencor, solo amor, no le voy a mentir lo amo y lo amaré siempre, pero no podemos continuar con una relación como usted quiere...

Armando la interrumpe.

A.Y...¿usted Betty?, no quiere continuar con nuestra relación, me acaba de decir que me ama y yo la amo, es todo lo que necesitamos no entiendo, porque me dice que no.

Betty le pone su mano encima de la de él indicándole que la deje hablar y continúa.

B. Si Armando, nos amamos, pero también estamos muy lastimados, no es sano continuar una relación así, usted sabe la manera en que me criaron mis padres, no les reprocho, les agradezco, pues gracias a ellos soy una buena profesional, pero me protegieron del mundo y eso me ha perjudicado y usted lo sabe, Armando asiente y Betty continúa, usted Armando también esta lastimado, su relación con Doña Marcela fue muy controlada, todo mundo decidió por usted, desde niño así ha sido si vida, lo ha tenido todo, nadie le ha puesto límites, necesitamos sanar, encontrar nuestro camino, pero por separado, nuestra relación no empezó bien, no fue sana, su relación anterior tampoco era sana, ¿sabe? incluso Doña Marcela necesita sanar, ¿le cuento algo? fue ella la que me convenció para hablar con usted el otro día después de aquella junta, por aquella platica que tuve con ella es posible que estemos sentados aquí hoy como dos buenos amigos.

Armando se sorprende, no creía a Marcela capaz de hacer algo por él, ella no era mala, pero entendía que él se merecía que Marcela no tuviera consideración.

A. No lo sabia Betty y que fue lo que le dijo si se puede saber. Le sonríe con esos hoyuelos y mirada pícara.

B. Pues vea que no, lo que hablamos es muy íntimo, de ambas partes, confórmese con saber que ella me ayudó a entender muchas cosas.

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