¿En Dónde Encajo?: Prólogo

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Febrero 10, año 2010

Eran las 6:00 A.M cuando el sonido de la ametralladora detonada por su padre despertó de un susto a los dos hermanos, llenándoles de emoción ya que en su país la detonación de ese tipo de pirotecnia por la mañana indicaba la celebración de un cumpleaños. Job y Emilia corrieron al cuarto de sus padres para ver a su mamá; quien les recibió con un abrazo felicitándoles por su cumpleaños.

Luego de un rato empacando sus cosas subieron al auto, esperaron mientras se calentaba el motor, y su padre terminaba de meter al maletero su caja de herramientas. Ese día lo aprovecharon al máximo desde el despertar hasta la noche, pues celebraron con el resto de su familia, en la capital del país, el cumpleaños de ambos niños. No es que ambos nacieron el mismo día ni el mismo año, pero la diferencia de sus edades era corta ya que Job era un año y medio mayor que su hermana, mientras que sólo habían tres días de por medio entre el cumpleaños de uno y el otro. Por ende para ahorrar tiempo y dinero celebraban dos en uno. La pasaron de lo mejor jugando con sus primos, pero la emoción no se les acabó esa noche a los hermanos pues al día siguiente iniciaba el viaje por el país que sus padre habían planeado durante meses.

Visitaron monumentos, plazas, ruinas antiguas, lagos, cascadas, centros comerciales (malls); durmieron en hoteles cómodos mas no lujosos, comieron comida típica y de la calle... Fue la mejor experiencia de sus vidas aunque sus padres deseaban poder habido realizar todas esas experiencias con mayor lujo ya que aunque no eran pobres, tampoco eran una familia de abundante dinero. Al término de una semana regresaron a sus vidas cotidianas de la escuela y muy contentos compartían las experiencias que tuvieron con sus amigos. Pero la alegría se les esfumó repentinamente cuando al quinto día de haber regresado a la escuela su padre los recoge con los ojos rojos de haber llorado y en un estado mental indescriptible. Cuando sus hijos le preguntaron él solamente se limitaba a responder que todo estaba bien y no decir nada más. Al llegar a casa ellos le preguntaron dónde estaba su madre, quien usualmente los esperaba para almorzar y luego salir de vuelta al trabajo, pero él les dijo que ella regresaría pronto y mientras ellos iban a quedarse con sus tíos el resto del día.

La verdad detrás del incidente fue que Madelein, la madre de los niños, había sido secuestrada en su trabajo a media mañana y su familia recién había puesto la denuncia con la policía. Todos en la familia estaban devastados, pero intentaban que los pequeños no supieran nada de lo sucedido, aunque no pasó mucho para que conforme pasaban las semanas ellos empezaran a reclamar por su madre. Mientras, la jurisdicción policíaca encargada del caso sufría una situación muy dura por problemas de dirigencias gubernamentales que les impedían hacer su trabajo de manera correcta, por lo cual cada caso tomaba mucho más de lo normal.
Esto llevó a Josué, padre de Emilia y Job, a hacer lo que en su poder estuvo para poder al menos encontrar a su esposa. Esto lo llevó a buscar a las personas que presenciaron para hacerse una idea de cómo lucían quienes la raptaron, robar una placa policial y hacerse pasar por un agente de la ley para revisar cámaras de seguridad, meterse en zonas peligrosas... Logró averiguar el nombre de quiénes buscaba, pero cometió un error que lo delató ante la pandilla de delincuentes a la que los secuestradores pertenecían. Y una noche mientras regresaba del supermercado a su casa lo acribillaron en su automóvil.

Los niños después de aquel lamentable suceso jamás volvieron a ver a su madre, les fue dicha la mentira de que ambos de sus padres se fueron por un viaje, pasaron a la custodia de un tío paterno, y terminaron siendo completamente huérfanos; Job a los diez y Emilia a los nueve.

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