Capitulo 7

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― ¡Eres un niño muy inteligente, Jeongin!

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― ¡Eres un niño muy inteligente, Jeongin!

― Por supuesto que lo es, mira a quién tiene de madre.

Seungmin comenzó a reírse cuando Karina dijo aquello como si nada, ordenando la mochila del niño ya que pasaría esos días con ella luego de que volviera de su viaje de negocios. Bang Chan, en tanto, estaba arreglando-destruyendo la televisión mientras Felix cocinaba algo para la cena.

―¿Tienes todo, Innie? ―le preguntó Karina tomándole la mano.

― ¡Sí, mamá!

― Entonces ve a despedirte de tu padre y tus tíos, ¿dónde están tus modales, jovencito?

Jeongin le sacó la lengua a su madre, ganándose un pellizco en la nariz, y luego corrió a despedirse de Felix y Seungmin, dejando a Minho para el final.

― Adiós, papá ―se despidió Jeongin cariñosamente―, ¡te voy a extrañar! ¡Y por favor, trata de no destruir algo, Minho comenzó a reírse.

― Pásala bien con tu mamá, Innie ―se despidió dándole un beso en la frente―. Nos vemos en unos días.

Segundos después, la puerta de la casa fue cerrada, quedando sólo ellos tres en el pequeño hogar de Bang Chan y Felix.

― Oye, Seungmin―dijo Felix desde la cocina―, ven, quiero darte algo en tu día especial.

Seungmin arrugó el ceño, negando con la cabeza, y entró a la habitación, quedándose quieto mientras una sonrisa enorme se extendía por su rostro.

Unas pantuflas de Molang estaban sobre la mesa con una cinta de regalo, así que comenzó a reírse por la diversión para luego abrazar a su mejor amigo, dándole un beso en la mejilla.

― ¿Y para mí qué? ¡Felix gastó mi dinero! ―se quejó Chan entrando.

Seungmin volvió a carcajearse, abrazando también a Bang Chan por la emoción, agradeciéndole el bonito y simple presente, tratando de obviar la acongojante sensación en su pecho porque ese día cumplía veintiocho años y Minho no lo había saludado en la mañana.

Aunque tampoco es como si lo hubiera esperado, porque Minho nunca solía ser la primera en desearle un feliz cumpleaños: por el contrario, prefería ser siempre el último, así que cuando era ese día, se juntaban luego del trabajo para ir a cenar sólo los dos y pasar una maravillosa noche sin nadie que los molestara.

Así que Seungmin estaba preparado, estaba listo, pues ya tenía la reserva del restaurante al que iban siempre, y esperaba con mucha anticipación esa noche, porque si todo salía bien, tal vez podría finalizar con ellos dos haciendo el amor y recuperando esa magia que los rodeaba cuando estaban juntos.

Seungmin sabía, confiaba, en Minho para ese día, porque nunca antes lo había decepcionado nunca en algún cumpleaños.

― ¿No quieres cenar con nosotros? ―preguntó Felix con expresión preocupada―. Puedes invitar a Minho si quieres...

apego ✧ knowminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora