CAPITULO 2

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SINIESTRA

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SINIESTRA

El alemán.

Sí.

Un año más que yo cursando.

El alemán.

Alto.

Alumno y parte de nosotros desde hace dos años, cuando llegó con sus padres y hermano menor de su país de origen, para establecerse definitivamente por razones de trabajo acá.

El alemán.

Buen compañero.

Dicen.

Buen estudiante, amigo y deportista, ya que es parte del equipo básquet de nuestro instituto y pieza importante del mismo a la hora de jugar y vencer al contrario.

Y su dotes físicos como apodo, lo avalan.

Solo con haber sido testigo en los campamentos de primeravera o en la época de verano y disfrutando de la piscina de la colonia, de su monumental cuerpo que algún tipo de Dios nórdico le esculpió y como si en cámara lenta.

Mierda.

Verlo salir de ella y solo con la muda de baño empapado.

Muy ajustada, les comento por si tenían esa duda.

Movimiento circular de su cabeza por exceso de agua en su pelo dorado en el proceso, provocando que mechones mojados azoten su rostro de manera muy rebelde y pornográfica en su rostro vikingo, que luego y en sincronía, se hacían a un lado.

Brazos fuertes y tonificados.

¿Dije, mojados por el agua de la piscina recorriendo estos y causando que brillen como marquen, los relieves de sus músculos adolescentes?

Y cual, apoyados sobre el borde sus manos, que y con el impulso, salga con maestría, continuo a ponerse de pie en busca de algo para secarse de su reposera y caminando hasta sus amigos, regalar a la vista y público presente de la colonia, todo el paquete exterior.

Mojado, otra vez recalco.

Compuesto de esa mole y augurando por más juventud, todo un hombre baja tanga a futuro.

- ¿Y qué, piensas hacer? - La voz de una de mis amigas y un pajarito cantando desde la rama de uno de muchos árboles que rodean el patio de recreo, me sacan de mi análisis contra mi rival.

Doy sorbitos a mi cajita de leche, pensando más ahora con su pregunta, mientras tanto ella como mi otra amiga sentada a ambos lados míos, esperan mi deliberación.

Ofrecerse el alemán y siendo festejado, tanto por los profesores presentes.

Mismo director.

Y 100x100 todos los estudiantes aplaudiendo, maldición.

Muy oportuna su candidatura, que obviamente fue aceptada.

Roger y Siniestra [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora