GUERRA COLOR LABIAL

unión familiar

estamos solas en casa, mis padres trabajan como esclavos hasta tarde caminan cuadras para volver aquí, por un simple sueldo que al final no nos alcanza para nada, la televisión encendida a la hora de la cena es una pesadilla, todos los canales hablan de diferentes movimientos feministas, guerras, desapariciones de mujeres, y otras mas asesinadas a sangre fría, esta vez le toco a Miriam una chica que solo atiende una papelería, no tubo nada que ver en esos movimientos pero lleva dos semanas desaparecida, Briana no deja de ver la televisión, con tan solo 15 cree saberlo todo va a todos lados con ese grupo de mujeres en la televisión destruyendo casas y establecimientos, le emos dicho que pare pero ella dice que si no hacen ruido nadie las escuchara.

-porque apagas el televisor, boba- dice Briana molesta.

-creo que por servirte la cena merezco algo de crédito ¿no? Que no se te olvide que soy 9 años mayor que tú, por lo tanto, debes tratarme como tal- responde regina sarcástica.

-claro señora- dice Briana en tono burlón.

-anda cena y deja de estar de chistosa- le dice regina sonriendo.

Creerán que no somos una familia normal pero esto es así decidí ser una chica pacifista y sabía desde los 10 años, si crees tener la razón la tienes y fin, solo sonrió y sigo adelante, trato de que mis padres también estén tranquilos y que cada vez que tengan una discusión lo hagan lejos de Briana, sé que ella puede sentirse en algún momento impulsiva, rebelde, adulta e independiente suele escaparse para irse ah esas marchas, pero nunca la dejo sola siempre voy por ella aunque sea demasiado lejos, estoy para cuidarla siempre como cuando era una bebe.

-llegamos- hola, cariño, siento la tardanza- dice sus padres Carlos y Eva

-vaya ya era hora, imaginaba que los esclavizarían.

-estaba a nada de ir hacer una huelga de hambre en su trabajo por explotación- comenta Briana decidida.

-no digas eso querida, recuerda lo que hablamos la última vez.

-no debo escapar de casa, por la inseguridad- repiten ambas.

-ya lo se madre, pero hoy se fue Miriam, quien hará justicia por ella.

-no lo sé hija, lamentablemente solo somos pocas y solo hablamos, pero eso no hará que ella vuelva, ni menos tu dañando a los negocios de las demás personas, que no tienen la culpa de que Miriam se allá ido sin decir adiós.

-pero mama solo así el gobierno hará justicia.

-hija no puedes buscar justicia donde no existe ni la democracia, hace años que ambas cosas desaparecieron, ahora quien no tiene dinero, no tiene poder y sabes que tengo yo.

- ¿poder? - pregunta curiosa Briana.

-no, hambre- responde Carlos y juntos carcajean

Siempre fluyen los momentos mágicos cuando papa cuenta sus malos chistes en momentos incomodos, pero eso nos hace diferentes a todas las demás familias, mi padre aun nos trata como si estuviéramos pequeñas y sabemos que, aunque ya seamos adultas su amor seguirá siendo tan confortable como una almohada a la hora de dormir.

-regí, no tienes curiosidad de saber como es que se mueve la gente mala sin ser vista- pregunta Briana.

-no bri, ya duérmete que mañana tienes escuela.

-esta bien, pero solo digo que tal si una líder nos guiara a movernos en el anonimato como ellos, sabríamos a donde esta Miriam.

-ya duerme bri, que mañana hay cosas que hacer y quítate esa banda de la cabeza pareces una hippie.

-es mi estilo, mi sello, mi bandera, mi símbolo.

-si claro bri, lo que digas solo cierra los ojos.

Todas las mañanas mis padres salen a su trabajo muy de madrugada así que me toca darle el desayuno a bri y llevarla a la escuela. Mientras ella estudia yo trabajo como recepcionista en una universidad de robótica.