Cómo no amarte.

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Había sido un día bastante agotador, pero nada mejor que llegar a su hogar para que lo recibiera su linda esposa.

- Tadaima!- exclamó Shikamaru con cansancio, pero no hubo respuesta. Se asomó a la cocina para ver si estaba su mujer, pero solo vio la cacerola de la cual emergía un delicioso olor. La mesa estaba puesta tanto para él como para ella y por supuesto la sillita alta de su pequeño.- Temari? Temari llegué!!

"Qué extraño... habrá salido?" Se preguntó el Nara mientras miraba su celular, pero no había ninguna llamada o mensaje de su esposa.

Subió por las escaleras para ir a su alcoba, pero tampoco estaba, fue a la habitación del niño, pero ni rastros de ellos. Miró por la ventana y suspiró de alivio al ver a su esposa en el jardín junto con su hijo. Su pequeño Shikadai ya tenía 17 meses, y en un par de semanas más cumpliría los 18. Parecía que hubiese sido ayer cuando abrió sus ojitos por primera vez. Bajó por la escalera y se dirigió al jardín. Temari observaba a Shikadai jugar con sus legos, ya era algo habitual salir a jugar al patio, ya que a Shikadai le encantaba, además ya estaban en Febrero y el frío estaba amenando, claro que el pequeño estaba con su abrigo y su gorrito, Temari no permitiría por nada del mundo que le diese neumonia o algo.

Shikamaru la tomó por la cintura y le dio un beso en la mejilla, lamentablemente los reflejos de Temari lo primero que hicieron fue cachetearlo.

SLAP!

- Auch! 😣.- Shikamaru retrocedió de inmediato.

- Shikamaru! Por Kami, me asustaste!!- se quejó la rubia mientras el pelinegro se sobaba la mejilla.- Estás bien? Te pegué muy fuerte?

- Descuida, olvidaba que tienes reflejos de kunoichi.- le dijo el chico divertido.

- Eso te pasa por llegar de sorpresa! Por qué no me llamaste?!

- Lo hice, pero no contestaste, y anuncie mi llegada, pero supongo que no me oíste.- dijo el muchacho.

- Aish! Lo siento, es que Shikadai despertó y quería salir a jugar, tú sabes que le encanta el patio. - dijo la rubia algo apenada. Se acercó a su hombre para acariciar su mejilla.

- Bueno, la cacerola olía delicioso, así que compensame con eso.- le dijo el pelinegro mientras rodeaba su cintura.

- Y... no quieres que te compense de otra forma, señor Nara?- Temari se colgó de su cuello y juntó sus labios con los suyos.

Shikamaru por supuesto que le correspondió, como no hacerlo, si tenía a la mejor mujer del mundo de esposa. Pensar en todo lo que tuvieron que pasar para estar juntos, pero no cambiaría sus vivencias con Temari por nada. Desde que cruzó su mirada con ella en el aeropuerto su corazón decidió que ella sería la mujer con la que compartiría el resto de su vida.

No podía creer que desde que la había conocido su mundo había cambiado por completo, su vida tranquila y monótona se transformó en salidas al parque, a cenar, a la Roca Hokage, a la Piedra de los Héroes, a ir a buscarla a Senju cuando salía de clases, fiestas, al centro comercial y por supuesto... a la discoteca donde comenzó oficialmente su romance, Will Of Fire... Aquella discoteca fue testigo de su primer beso, su primera discusion, la primera vez que Shikamaru sintió celos, su primera decepción amorosa, su primera pelea como pareja, la primera vez que Shikamaru sintió entusiasmo por ir a una discoteca, la primera vez que Shikamaru gritó a todo pulmón que la amaba sin importar que todo el mundo lo mirase como si estuviera loco, la primera vez que se emborrachó hasta quedar Bueno para nada... El lugar donde pasaron momentos felices bailando sin parar, besándose a más no poder, necesitandose, incluso fue el lugar dónde Shikamaru casi pierde la vida por protegerla...

Como no amarte. (WoF)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora