"La mejor manera de librarse de una tentación, es caer en ella"
Oscar Wilde.
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·31 de octubre de 1900·
Había una vez tres espadachines y una mujer, no era una princesa que debían sacar de apuros, era el problema...
El intenso frío de la mañana, más las tres tasas de café, los gritos emocionados de niños apenas eran audibles en la pequeña casa, Min Yoongi el mayor de sus amigos, era dormilón y un poco gruñón, este hacia un intento de cocinar, Kim NamJoon el menor, era muy tranquilo y torpe, este leía su libro favorito, jamás se cansaría de releerlo, y por último pero no menos importante Jung Hoseok, era un chico sonriente y tierno, este hacia pulseras coloridas para el y sus amigos.
-¡Me rindo!-. Grito frustrado, sus ojos llorosos, ni una cebolla podía picar el rubio.
-Ya déjalo así, salgamos a un lugar a comer-. Murmuró él castaño sin despegar la vista de su amado libro -Solo vas hacer que enfermemos del estómago.
-Por lo menos, yo no destruyó la cocina con apenas poner en un pie en esta-. Respondió burlón, el pelinegro corrio hacia sus amigos y les entrego las pulseras ya terminadas -¿Oh? Deja la aguardo en mi cajita de cosas especiales, gracias Hoseokie.
-No, yo quiero que la uses-. Susurró, Yoongi asintió, dándole un pequeño abrazo.
-Mmm, tengo hambre ¿Ya podemos ir a comer?-. Pidió, el rubio asintió tomando su saco y cartera, seguido por Hoseok -Por fin, ya estaba considerando comer la comida de Yoongi.
-No es para tanto-. Bufo, su comida, si era un desastre pero la intención contaba -Oye Nam, ¿Compraste los dulces?
-¿Eh? A mí no me tocó comprarlo fue a Hoseok-. Exclamo, le miro exaltado el pelinegro.
-No, le tocaba a Yoongi-. Respondió rápido, el rubio le miro confuso.
-¿Qué? A mí ya no me encargan eso, desde que compre mandarinas en vez de dulces-. Levanto los hombros, sus amigos se miraron entre sí, ninguno recordaba eso -Después de ir a comer los compramos, par de mensos.
Yoongi abrió la puerta, la temporada de frío hacia que su nariz y mejillas se pusieran rojas, se acurrucó en su saco al sentir el aire chocar contra su cara, camino delante de los chicos, guío a sus amigos a su cafetería favorita, no tardaron en llegar, sus fosas nasales se deleitaron con el delicioso olor a café.
-Y si mejor de dar dulces a los niños, ¿nosotros también pedimos?-. Pregunto animado Hoseok, tomo de la mano a Yoongi y a NamJoon y los llevo a una mesa alejada.
