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La rubia se agachó frente a la pared, destapando el plumón en su mano antes de girarse para ver el cielo y los edificios más abajo. No le llevó más de unos segundos pensar qué sería lo siguiente, por lo que se inclinó hacia adelante, apoyando la mano en la pared para sostenerse, y escribió.

7. saltar en paracaídas

Pareció dudar, pero se encogió de hombros sabiendo que nadie subía allí arriba, así que podía escribir lo que realmente quería.

7. saltar en paracaídas con un traje de gaviota.

Sonrió satisfecha, volviendo a tapar el plumón y levantandose mientras suspiraba. Sabía que era casi imposible, y que era demasiado asustadiza para hacer cualquiera de esas cosas, pero había algo que le reconfortaba en dejarlo por escrito.

Y sin más, se fue, sin saber que minutos más tarde, cierto azabache entraría a leer qué había escrito esta vez.

to do list | k. bajiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora