༺ Capítulo 1 ༻

206 28 4
                                    

●❯────────────────❮●

Prisionero de mi mente.

●❯────────────────❮●

Ango sale de las sombras y piensa que no debería estar aquí, pero Ango se ha vuelto bueno ignorando esa parte de su mente. La parte que está impregnada de culpa, la parte que le dice: «no tienes derecho a estar aquí». A veces, esa parte de su mente adquiere una voz, la voz de un amigo que alguna vez fue, la voz de un niño perdido, así que tiene que callarlo.

No quería estar aquí.

Había dejado su oficina, finalmente, después de pasar demasiados días en ella, sin intención de venir. Entonces había notado la fecha y sus pies lo habían llevado hasta aquí, impulsado por una fuerza irresistible.

10 de enero.

Hace un año, tres amigos, a pesar de todas las probabilidades, fueron separados por la eternidad.

La lápida frente a él brilla a la luz de la luna. Una sombra se encorva contra él, y Ango siente que se le encoge el corazón al verlo. Por la familiar inclinación de los hombros afilados y la forma en que la figura se acurruca sobre sí misma, casi fetal.

La parte de su mente que grita corre, huye, no eres bienvenido aquí, corre, corre, se vuelve ensordecedora, así que da un paso adelante apresurado y:

—Dazai.

Las palabras son un mero susurro, pero rompen la quietud a su alrededor como una campana. La figura mueve la cabeza hacia arriba. No hay sorpresa en sus ojos a pesar del movimiento brusco. Sus ojos están muy abiertos y un poco maníacos. Hay fuego en ellos, ardiendo, saltando y retorciéndose.

Luego aparta la mirada. Sus ojos se cierran e inclina la cabeza contra la lápida.

Es un despido, pero también es una invitación. Porque Dazai confía en esa acción, y confiar tan abiertamente ha sido lo más cerca que ha estado Dazai de gritar. Este conocimiento duele, se retuerce profundamente en el corazón de Ango porque él es el traidor, él es el que traicionó y mató a su amigo, pero Dazai confía, todavía confía...

Ango deja la escasa cobertura que le proporciona el follaje. Camina despacio, vacilante. La lápida brilla a la luz de la luna, pero Dazai está en la sombra excepto donde su cabeza se inclina contra la fría piedra. Ango se para sobre ambos. Su mente susurra no es tu lugar, pero Ango la calma con fuerza.

Sabe que no es bienvenido. Lo ve en los ojos obstinadamente cerrados de Dazai. Lo ve de la forma en que sabe que Dazai puede oírlo moverse, pero el chico, que nunca permitiría que un ratón se escabullera sin ser visto, ni siquiera lo mira. Él lo sabe, y sigue en pie, porque nunca fueron Oda y Dazai, siempre fueron Oda, Dazai y Ango.

Ango sabe que sacrificó esto de inmediato cuando tomó una decisión. Sabe que enterró viva esta amistad, pero será egoísta por esta noche y obliga a su mente a permanecer en silencio.

Se sienta contra la lápida. No junto a Dazai; puede que haya venido aquí, pero ni siquiera él se atreve a hacer eso. No, se apoya contra el costado de la piedra, dándole la espalda a los dos que fueron sus amigos en el pasado, uno por encima del suelo fresco y otro por debajo.

La luna continúa su paso ociosamente por los cielos, espolvoreando una amistad rota con una luz fría. La mente de Ango da vueltas. Dejó de intentar dominarlo hace mucho tiempo. Solo se hunde más profundamente en el abismo interminable de sus pensamientos. Las palabras no deberías haber venido, traidor y asesino hacen eco en una sinfonía vertiginosa en su cráneo. Es vagamente consciente del hecho de que está temblando y lo nota curioso, porque no hacía tanto frío; en realidad no hacía frío.

Este traicionero corazón mío (se atrevió a tener esperanza) ༺ Bungo Stray Dogs ༻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora