Con el corazón en lo boca y los nervios a flor de punta, la cabeza no dejaba de doler. Es lo único que me daba vueltas en la cabeza.
Pero por alguna razón no sabía el motivo por el cuál me dolía la cabeza. Entonces una pregunta surgió por detrás de mi cabeza, ¿en dónde estoy? Y la más importante ¿Quién soy?
Un sonido, escandaloso, se escuchó por todas partes, intente moverme, pero, no lo conseguí, estaba atrapada. O eso me suponía.
Después, voces, hablando entre ellas, y un grito. No conocía ninguna de las voces, se me hacían extrañas, lejanas. No podía abrir los ojos, y sentía el pecho estrujado. Mi respiración era pesada, me costaba respirar, sentía que iba a morir.
Sentía movimiento a mi alrededor, alguien más tocaba mi cuerpo, y lo movía a su antojo. De repente la opresión en el pecho se fue. Y sentí como mi cuerpo era tumbado sobre algo frío y duro. Las voces se callaron al igual que el ruido. Y mi cuerpo y mi mente por fin pudieron descansar.
Cuerpos sin rostros se veían de aquí para haya, con un fondo blanco casi cegador, se escuchaban voces pero no había bocas, ¿qué estaba sucediendo?
—Despierta.
La voz de mi interior llamaba a lo lejos, pero por más que quería despertar no podía.
Hasta que lo hice.
Los parpados me pesaban, pero logre abrirlos. Una habitación totalmente blanca cegaba mi vista. Nunca había visto tal habitación, a mi alrededor había aparatos, mire mis manos, estaban manchadas de sangre y una intravenosa se asomaba en mi mano izquierda.
Un señor con una bata blanca se acercó a mi, sonriendo, y otros dos señores se acercaban con él.
—Por fin despertaste Olivia. -su cara era satisfactoria, feliz, sin embargo, no sabía si se refería a mi con aquél nombre-.
Las tres personas que estaban en la habitación, aparte de mi, esperaron a que respondiera algo, pero no lo hice, las caras de las dos personas que se encontraban detrás del hombre con bata se tornaron confusas, y de repente me enfoque más en ellos, la señora parecía que había llorado, y el hombre se veía preocupado, el hombre abrazaba por los hombros a la mujer, y esta tenía las manos cruzadas sobre su pecho.
—¿Quién es Olivia? -por fin pregunte, el de bata blanca cambio su expresión por una preocupada y las dos personas al igual que él, también-.
El primer mencionado saco de su bolsa algo, y se acerco más a mi. Me abrió los ojos y me echó una luz qué molesto al principio.
—Sus pupilas están bien, reacciona según lo ya presentado. -hablaba con los otros dos, por que a estas alturas no creía que hablará conmigo-. ¿no recuerdas nada Olivia?
Otra vez ese nombre, ahora que lo vuelve a mencionar, se que se refiere a mi. Mientras yo muevo la cabeza en negación el hombre saca una libreta y con pluma en mano empieza a hablar.
—¿Sabes quiénes son ellos? -señala a la pareja detrás de él y yo vuelvo a negar, la mujer se echa a llorar y el hombre ahora se ve más angustiado-. Bien, bien, te haremos unos estudios, por que al parecer no solo es un golpe lo que tienes.
Yo asiento con la cabeza y el hombre de bata se lleva a los dos señores fuera de la habitación en dónde estamos.
Me quedo viendo, intentando pensar en algo más de lo que estoy viendo, pero no se viene nada a la mente, es como si no tuviera conocimiento de otra cosa, sólo de lo que veo.
Suspiró y un dolor en mi cabeza me hace fruncir el entrecejo. Lleve mi mano a dónde provenía el dolor, encontrándome con una cosa que cubría mi cabeza.
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Amnesia.
Teen Fiction¿Qué pasa cuándo todo lo que conocías, ya no existe? ¿qué pasa si las personas que conoces ya no son lo que parecen? ¿cuándo tu propia familia deja de ser de fiar? Ahora, ni tu misma te conoces, y debes de aprender a vivir con ello, o intentar recup...