Capítulo 2
-Pero, ¿qué le pasa? -le di una bofetada.
El se llevó una mano a su mejilla en donde había recibido la bofetada y me miró perplejo.
-¿Cuál es su problema?
-Mi problema es que no soporto hombres pervertidos, que solo buscan el aprovecharse de cualquier situación por mas mínima que sea, para llevarse una mujer a la cama.
-¿De qué demonios está hablando?- su rostro estaba lleno de asombro.
-De su asquerosa propuesta para pagarle- lo mire con enojo.
-Verdaderamente esta loca, ni siquiera le dado una propuesta, además aquí la pervertida es usted- señalandome con su dedo
-Ahora resulta que yo- cruce mis brazos.
-En efecto, usted fue la que pensó en que yo le propondría algo indecente ¿no es así? Cuando ni siquiera me ha dado la oportunidad de hablar, solo me golpea como si yo fuera una bestia.
-Vaya que le gusta el drama- rodeé mis ojos.
-Permitame hablar- hizo una seña para que yo guardara silencio.
-bien- guarde silencio
-A lo que yo me refería con otra forma de pago, era el que usted trabajara para mi, como asistente personal. -hizo énfasis en la últimas dos palabras
-¿Asistente personal? --mis ojos se abrieron de asombro y sentí que mis mejillas ardían por el vergonzoso momento
-Así es, aunque veo que no tiene interés alguno- me dio la espalda y comenzó a caminar para subirse a su auto.
En realidad el trabajar para el no era algo que me agradara, mas bien, sería incómodo después de esta situación, pero necesito un empleo y si el me lo ofrece debo aceptarlo.
-Espere- dije antes que el subiera a su vehículo, se detuvo y me miró.- necesito mucho un empleo.
-Bien, si le interesa vaya a mi oficina mañana a primera hora, en la empresa MATEO's Company- sin decir más, abrió la puerta de su Mercedes, se subió y marchó.
¿Era verdad? ¿Por fin tendría un empleo?
Pero que tipo tan extraño, ¿Cómo era posible que le diera empleo cómo asistente personal a una completa desconocida? O al menos sin referencias.
En fin, lo que importa es que ya tengo una propuesta de trabajo, me sentía tan feliz.
Esto se lo tenia que contar a mi mejor amiga Nataly, me subí a mi auto y por fin después de todo, me podía marchar a mi casa.
Tome mi celular y marque a mi amiga.
-¿Nat?- trate de ocultar mi emoción.
-¿Qué ocurre?- su voz se escuchaba soñolienta.
-Necesito verte, ¿crees qué te pueda ver hoy?- mordí mi labio inferior en espera de su respuesta.
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El Color Del Deseo
RandomEl Color Del Deseo (Prólogo) Narra la historia de dos jóvenes cuyas vidas son muy distintas. Cada uno viviendo en su propio mundo se podría decir.. Anna una mujer joven, con ganas de superarse pero con tan pocas oportunidades para hacerlo, que a pe...