Un pedazo de mi corazón

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Lunes 31 de mayo del 2021

Lunes, cualquier otro lunes estaría feliz de que lo fuera, pero hoy tengo que ir a trabajar, se acerca la fiesta de aniversario del lugar donde trabajo, hay que hacer limpieza profunda del lugar y el único día que se puede es el día de descanso. Voy en la ruta 1B del camión que me lleva al centro de la ciudad en el cual está el restaurante en el que trabajamos mi mamá y yo desde hace más de un año. El cansancio se me nota por montones, son las 11:30 am pero supongo que esto hacen los encargados de la cocina de un restaurante, pueden creer que es el único lugar en el que puedo mandar a mi mamá. Llegamos al centro y bajamos del camión el restaurante se encuentra tan solo a media cuadra de el lugar en el que hace la parada el camión. Entramos por el segundo acceso y saludamos a Jeremiah, después a los trabajadores del acceso que se está re- decorando. Caminamos a la cocina del exterior para comenzar a limpiarla, quitar parrillas, filtros de la campana de extracción y a esta ponerle desengrasante, mi mamá se pone a limpiar las parrillas de la estufa en la cocina del interior y yo sigo quitando las parrillas del grill.
-¿Dónde pongo las cajas que ya están lavadas Pau?- pregunta Jeremiah.
-Si quieres dejarlas estilando ahí y después yo las guardo en la bodega.
-Ok es lo mejor que pude lavarlas, es difícil quitar la grasa de ella- dice y el aroma a alcohol llega a mí, se por ello que ha estado tomando antes de venir al restaurante, pero decido ignorarlo porque no quiero un conflicto, últimamente hemos tenido bastantes a causa de su manera de tomar.
-¿Dónde está Diego? Le pregunto a Jeremiah.
-Donde está, es lo que yo quisiera saber- dice con una expresión de molestia y yo no puedo evitar reír un poco.
-Tranquilo, seguramente está en el baño como siempre- le sonrió y el se tranquiliza
-Claro el agente 007- me contesta riendo
Le hemos puesto a Diego el agente 007 porque es una forma de describirlo en manera de broma 0 aportaciones, 0 habilidades laborales y 7 idas al baño.

Termina de lavar las 5 cajas de plástico color azul, llenas de grasa con ayuda de la katcha y me la pasa para lavar la cocina del exterior, la dejo descansando un rato, tomo las parrillas del grill y me las llevo para lavarlas en el lavadero del patio. Al salir veo a Jeremiah intentando montar el enorme brasero que estará en la fuente del patio, vuelvo a sonreír y me voy al área del lavadero. Diego sigue sin aparecer y puedo entender hasta cierto punto la molestia de Jeremiah, pero que se puede hacer con este chico.
Pongo a remojar con agua y jabón las parrillas y llamo al chef para que consiga desengrasante y unos guantes porque una rompí los guantes que había y dos me acabe los 10 litros de desengrasante que habían traído el día de ayer.

-Sabes que mi mamá para quitar la grasa mezclaba amoníaco con no sé que tantas cosas más- volteó a verlo y está sentado en un escalón del patio trasero.
-Pues hasta donde sé el amoníaco es tóxico, igual le intentaré solo porque no puedo quitar la grasa- le contesto mientras acerco una de las parrillas a una coladera que está cerca de él, me pongo el cubrebocas y le coloco el ácido.
- Me pondré también mi cubrebocas sope- dice mientras se recorre un poco de dónde estaba.

Dejo que el líquido haga un poco de efecto sobre la parrilla, mientras tanto me siento al lado de él.
-El próximo mes vas a ir a México ¿Verdad?- le pregunto y una señora sonrisa aparece en su rostro.
-Si, veré a mi mamá, serviré los cócteles en la boda de mi mejor amigo y después me integro a la fiesta- sonríe y yo también porque me encanta verlo tranquilo, feliz.
-Por cierto sope ¿Crees que puedas pedir mezcal para ese día?- me pregunta.
-Si claro ¿Cuántos litros necesitarás?
-Creo que 15 litros será más que suficiente.
-Ok, por cierto- ahora digo yo- me tendrás que traer muchísimos dulces- le recuerdo mientras sonrió.
-Si para que dejes sin dulces a todos los demás como la vez pasada- se ríe mientras me dice.

*Mi mente viaja a la vez que regreso de México cuando se había ido la primera vez, era un mes antes del día de mi cumpleaños, recuerdo que tres días antes habíamos estado hablando del día en el que iba a llegar, cuando se llegó ese día me acompaño a comprar el cilindro de gas para mí casa, me regaló una bolsa repleta de dulces deliciosos que tenía que compartir con mis compañeros del trabajo pero que termine quedándome todo yo, recuerdo también que ese día compro una nieve para cada uno en una paletería que se llama la Michoacana, me contó las secuelas del accidente en moto que había tenido meses antes entre ellas estaba la perdida de memoria apartir de los 40 años, esa era la que más le preocupaba, le dije que todo saldría bien que todo tenía solución. También por último me dió un precioso regalo en una caja color morada con un moño color verde, en esta había un collar, un anillo, un par de aretes y una pulsera color esmeralda. Uno de los mejores regalos de mi vida y que guardo como el más preciado de mis tesoros.*

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⏰ Última actualización: Feb 28, 2022 ⏰

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