Inesperado

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Cómo si fuera un presagio, siempre estarán a los que les encanta abandonar:

Por fin llegué a la ruta 14 la cual es un camino amplio y vasto en hierva alta, aquí mi Dratini venció a Venonat, Weepinbell y un Ditto que al momento de "transformarse" en Dratini, no llegó a parecerse en lo absoluto, es más, sus ojos lo delataban como puntos negros en el rostro muy similares a los botones de la "Beldam en Coraline" me dió la impresión de que Ditto quería darme todo cuánto fuera posible para dejar mi mundo...
-Dratini usa "ciclón"
Y mandamos a volar a ese impostor y su puerta secreta.

Continué yendo por el norte topándome una vez más con Pidgeottos de distintos tamaños.
No me dió la idea de atraparlos, tenía que tener un Pokémon volador en mi equipo es un hecho pero Pidgeotto jamás me gustó.
En la zona noreste un entrenador muy orgulloso de si me retó a un combate y este tenía un Growlithe al que llamaba Zero, me dió la impresión que todos le colocan nombres...

-Serpentéa Dratini y usa "portazo"
Pero no lo esquivó, lo tenía mal entrenado, observé como le llamó la atención y lo precipitó a ejecutar movimiento muy poco usuales en un pequeño Growlithe.

-Déjate de tontería y acierta el "envite ígneo"
Lo ví carraspear por lo bajo y tosiendo, pero ¿como culpar a un Pokémon cuando solo está haciendo lo que su entrenador dice? Aunque esté estaba definitivamente mal.

-Déjate de tontería y acierta el "envite ígneo" Lo ví carraspear por lo bajo y tosiendo, pero ¿como culpar a un Pokémon cuando solo está haciendo lo que su entrenador dice? Aunque esté estaba definitivamente mal

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Dratini me miró por el rabillo del ojo y sentí que estaba de acuerdo con recibir el ataque solo para que se cálmen las quejas.
Pero el Growlithe se desmayó antes de dar el siguiente paso para su impulso. El niñato muy obstinado ocultó a Growlithe en la pokeball y la dejó sobre la roca de la izquierda.
No era capaz de articular palabra ni mover un solo pie, me quedé en shock asimilando tan denigrante acción.
Vi los ojos del Growlithe parecidos a los que tenía Dratini cuando le mencioné que me iría y la sostuve. Tenía un poco de miedo dejarlo ahí, y aún más de saber que estaba herido, el lugar más cerca era la cabaña de la anciana ya que aún quedaba un largo trayecto al centro pokémon de Pueblo Lavanda.
Llegué en cuestión de 15 minutos corriendo por los senderos esquivando a los Pokémon salvajes, no había tenido tiempo de regresar a Dratini así que ella me pisaba los talones serpenteando por el irregular terreno, tropecé y me raspé la rodilla pero no me detuve, la anciana estaba fuera de la cabaña limpiando sus tulipanes cuando me vio llegar con una inexpresiva tristeza plasmada en el rostro.

-Ayúdeme porfavor -le rogué
Manifesté a Growlithe que ya no se movía y ella lo colocó en una compresa de flores con una bolsa llena de un líquido amarillento sobre la superficie de su cabeza.
Inyectó otro líquido en su boca y con el hocico hacia arriba hizo que lo tragara, el Growlithe tosió y se volvió a desmayar.

-Dejemos que la medicina haga efecto.
Lo ví dormir por un lapso de dos horas y distinguiendo las líneas negras de su lomo, su pelaje apompado estaba sucio. Supe de inmediato que fue producto de una explotación.
Cuando aquel niño dió la orden de un ataque fulminante para que un pequeño Growlithe aguante, me dió la impresión de que algo iba mal.
De pronto el Growlithe abrió los ojos de sopetón y miró a todos los lados menos a mí, olfateó el suelo guiándose hacia la puerta y me miró ansioso.
Abrí la puerta y salió disparado hacia la salida, Dratini me miró apenada.
Esperé un buen rato mientras la anciana me invitaba el almuerzo y a Dratini.

Growlithe llegó con la cabeza gacha caminando muy lento, su expresión ya no era la misma y ya no sonreía como es habitual en su especie.
Se sentó sobre los cuartos traseros mirando fijamente a la nada de los árboles, supuse que sería lindo que acompañara a la anciana. Me despedí de la señora y le prometí algún día pagarle todo lo que hiso por mi y me encaminé hacia el este una vez más.
Pero Growlithe se paró al mismo tiempo que yo y me siguió apenas unos 3 metros lo que me dió a entender que quería venir, no tuve la valía de negarlo.

-Aun necesitas descansar, ¿quieres entrar a tu pokeball? Pero dando un paso de advertencia y un gruñido, negó con la cabeza. Así que nos pusimos en marcha sin decir nada más.
El Growlithe solo observaba sentado como peleaba Dratini, ya no veía emociones en el cuadrúpedo.
Dratini se había hecho muy fuerte y con forme más peleas ganaba mucha experiencia para ejecutar sus movimientos gráciles.
Saqué a Dratini de la pokeball y le pedí que se quedará muy cerca de Growlithe, esperando que con un Pokémon recupere su confianza, pero también a ella la ignoraba.
Llegó la noche y aún no terminaba de recorrer la ruta, escogí un lugar entre 4 árboles unidos, tomé la bolsa para dormir de la mochila y la acomodé. Pero seguía tiritando causa del frío, Growlithe trajo en el lomo muchos palos secos sin que se le cayera ninguno, las "ascuas" prendieron una lengua de fuego que emitió calor en un metro alrededor, reposicioné la bolsa más cerca e incluso la tierra se había calentado.
A la mañana siguiente como si ya lo hubiera asimilado, Growlithe estaba al costado frío de mi, el ya estaba comiendo bayas junto a Dratini como grandes amigos, solo que aún no sonreía.
Cerca en un árbol tomé una baya Meloc y una Ziuela del costado preparándome en caso de tener hambre, pero de repente un Venomoth saltó del árbol de bayas en posición defensiva apuntándome con su "picotazo venenoso", no había duda que lo lanzaría y no había tiempo siquiera de enfrentar al bicho. Resignado comenzé a plantearme si llevaba un "antídoto" en la mochila. Pero solo ví un brillante resplandor que abrazaba el entorno con calor, me volví para enterarme y vi Growlithe envuelto en lenguas y ascuas de fuego posicionándose para estrellar al Venomoth con "envite ígneo" que lo hizo replantearse su posición actual y vibrar de agonía incluso antes de ser parchado contra el muro de piedra al extremo oeste, incluso yo sentí un calor profundo del potente ataque.
Growlithe decayó pero se recompuso y dirigió su pequeña mirada a mis ojos como platos cambiando mi panorama por completo de los grandes poderes de un pequeño Pokémon, ahora sabía que podía contar con él.

Un viaje PokémonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora