Capítulo 14

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Tras una noche llena de mucha pasión por parte de las tres, finalmente nos quedamos profundamente dormidas en los brazos de las otras dos. Al día siguiente despierto al notar dos pesos a cada lado mío y veo que a la izquierda tengo una melena corta y rubia y a la derecha una larga y pelirroja, las dos están dormidas y apoyadas en mi pecho y se les ve muy tranquilas. Por mucha pena que me de el levantarme de su lado, he de hacerlo, mi organismo necesita alimentarse y quiero hacer algo para desayunar todas, así que con magia logro zafarme de su agarre y ahora estoy a los pies de la cama, noto que a medida que doy pasos mis piernas y mi cintura dan punzadas de dolor. Me pongo la parte de abajo de mi ropa interior y encima sin sostén, una camiseta grande que le robé a una de ellas, ya no recuerdo de quién ya que tengo ropa de cada una.

Tras hacer mis necesidades me dispongo a ir a la cocina para poder hacer el desayuno para todas, pero al llegar me encuentro a Eva y a Sarah que se han adelantado y cuando ven mi manera de caminar, ambas intentan aguantar la risa y yo sé que dentro de poco van a estallar

-Venga, ya podéis hacer los comentarios que quieran-ruedo los ojos al escuchar un par de carcajadas de las dos

-Por lo que veo te han dado la rubia y la pelirroja de tu propia medicina mucho tiempo y varias veces, ¿no?- empieza la pelinegra

-A ver cuándo nos toca a nosotras, ¿no crees?- Sarah mira con una sonrisa cómplice a la de ojos azules

-Hay, déjenme comer algo y váyanse a molestar a las dos marmotas que no me dejaron descansar bien anoche-mi voz suena un poco molesta y ellas me dejan delante mi desayuno que lo devoro enseguida, después voy a donde tengo mis cosas y me visto de nuevo con un bikini y me voy con mis cosas a la playa a desconectar un poco y estar conmigo misma un rato

Llego a la playa y tras dejar mis cosas en una de las tumbonas y aplicar sobre mi piel el protector solar, me meto en el agua que está espectacular y empiezo a nadar casi sin rumbo y sin la intención de llegar temprano, hasta que llego a una pequeña cala que es espectacular y muy bonita, tal vez antes de que nos vallamos de aquí traiga a las chicas.

No me doy cuenta del tiempo que ha pasado hasta que escucho la voz de Sarah en mi cabeza

-¿Dónde estás?, te estamos buscando por todas partes y Allan no logra encontrarte por lo que puedo deducir, vuelve a casa, estamos preocupadas todas-

-Ya voy, trata de calmarlas, sobre todo a la vampira por favor, no quiero ningún interrogatorio - bromeo mientras vuelvo a donde está la orilla, tardo creo que son unos 15 minutos más o menos en llegar rápido y cuando llego a la orilla veo que mis cosas no están y de repente me veo que me han transportado al salón donde están ellas cuatro sentadas en el sofá grande y yo estoy delante de ellas que me miran serias, a excepción de Sarah

-¿Se puede saber a dónde fuiste durante toda la mañana y sin decirnos nada?-la primera en hablar es Julianne que pare ser la más mosqueada de todas ellas

-Me fui a la playa a nadar un rato sola y perdí la noción del tiempo-contesto cruzándome de brazos- a demás, que si me hubiese pasado algo lo hubierais notado desde el primer minuto-

-Ya, pero qué menos que decirle a una de nosotras, miren voy a la playa y no sé si voy a tardar mucho, pero no se preocupen por mí- se levanta la pelirroja y se aproxima a mí creo que intentando intimidarme para que me disculpe arrepentida, pero eso ya no funciona conmigo-¿algo que decir?-

-Pues sí, dos cosas, uno, perdón por no haberme dado cuenta de la hora que era y no haber avisado, aunque aquí no hay muchos sitios a los que ir y que estén cerca y de todas maneras sé defenderme sola, por si te has olvidado de eso, y segundo, no hace falta que me hables así por que te recuerdo que peores cosas he hecho y no hay motivo para que te pongas así y sabes también que ya no soy una niña para que actúes así conmigo- le planto cara ya bastante seria- y ahora si me disculpan, me voy al baño a quitarme toda el salitre de la playa, ya se me han quitado las ganas de ir más a la playa-me quedo un momento a ver si alguna va a decir nada , pero se quedan calladas

Así que voy a donde están mis cosas y cojo ropa, y me meto en el baño que tiene una bañera considerablemente grande, cierro la puerta y en lo que se va llenando de agua organizo las cosas y me quito el bikini y me meto una vez veo que está bien así el agua. Me siento y fijo mi mirada en la nada hasta que me sacan de mi ensoñación al escuchar que alguien llama a la puerta.

-¿Quién es?-alzo la voz ya que la bañera está alejada de la puerta

-Soy yo, ¿puedo pasar?-dice Eva tras la puerta, con giro de muñeca le abro y cuando entra vuelvo a cerrarla sin verle aún a la cara-¿hay espacio para una más?-se acerca con sus cosas en mano y con una pequeña sonrisa

-Si- me muevo para dejarle espacio detrás de mí, a ella siempre le ha gustado que cuando estamos en la bañera, que yo apoye mi espalda en su pecho, ella se quita la ropa y se sienta a mi espalda y hace que yo me recueste en sobre ella y empieza a acariciarme suavemente los brazos sin decir absolutamente nada

-¿Quieres hablar?....-

Hay cosas que EngañanWhere stories live. Discover now