Sus ojos lucen cálidos, su sonrisa es dulce y sus manos acarician suavemente mi rostro. Siento que mis ojos empiezan a nublarse por las lágrimas que amenazan con salir y avergonzarme, entrecierro los ojos en un intento de no derramar agua innecesaria. Lo cual, para variar, no funciona. A veces soy tan llorona que considero seriamente el suicidio. Él limpia con su dedo la lágrima traviesa que logra rozar mi mejilla y da una risita. Un pensamiento recorre mi mente.
Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo.
Sonríe como si pudiera leer mis pensamientos, tal vez puede. Acerca sus labios a mi oído y me susurra algo muy despacito, como si fuera un secreto. Siento que suspira en mi oído, lo que provoca que un escalofrío recorra mi espina dorsal. Emito una risita.
―También te amo, mucho ―susurro con una sonrisa fuertemente dibujada en mi rostro.
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Dones ©
Romance“Lamentarás cada segundo de tu vida el haber ingresado a este lugar. Te darás cuenta de la estupidez que cometiste al entrar aquí por tu propio gusto, y yo me voy a encargar de eso. Haré que tu estadía aquí sea tan horrible que no podrás estar ni un...
