El caballo enamorado del gorrión [Mamura/Suzume]

Día 1: Sonrojo

Recuerda la primera vez que se lo topó, así como la primera vez que ambos interactuaron. Donde él le prestó su libro, y ella al final lo confrontó, siendo así, que descubriese su secreto: Él no sabía lidiar con las mujeres.

Y aunque en ese tiempo únicamente lo trataba de amigo, porque eso le pidió: Ser amigos. Al final, él había llegado a ella. A paso lento, constante y seguro; y ahora, pese a ya salir oficialmente, él seguía siendo el mismo Daiki Mamura que conoció.

(Bueno, ni tanto. Sólo un poco).

Y es que, Daiki todavía seguía ruborizándose cuando la tocaba o cuando a veces, sin querer, era tocado por una mujer. No tanto como antes, pero, aún seguía haciéndolo.

(Pero si debía ser honesta, le encantaba ser ella la dueña de sus sonrojos, y no alguien más).

Aunque ella tampoco se salvaba de los sonrojos, pues... Cuando Daiki la miraba en silencio o a los ojos, y le sonreía así, tenue, como él sólo sabía. Y aún sin pronunciar palabra alguna, ella ya sabía, un poco, interpretar esa mirada.

("- Estoy feliz de que me hayas aceptado, elegido, y que me ames, Suzume").

Los colores se le subían a la cara, y los latidos se le aceleraban. Y las ganas de corresponder se le hacían inevitables.

(Siendo que a veces terminara en una sonrisa, palabras de "Yo también te amo" o besos y abrazos, que incluso hasta ese día, agitaban su corazón).

-Traumada Taisho