OBSESSION [AIDAN GALLAGHER]

2

Me dirigi a mi casa después de la escuela junto a Damon, la mayor parte del tiempo el está aquí, ya que en su casa son mucho problemas familiares entre su padre y madre así que el ambiente es muy tenso.

El se encontraba sentado en el sillón mientras yo fui a la cocina por una lata de mi refresco favorito estaba apuntó de darle el primer sorbo hasta que escuche un grito por parte de Damon y fui corriendo a la sala rápidamente.

— ¿¡Por qué carajos gritas!?

— ¡Mierda! Aidan, se me olvido la cita con Emily - su cara mostraba su angustia.

— Adivina quién tendrá a un amigo soltero? — dije mientras me señalaba a mi mismo — este tipo.

— ¡Callate! no ayudas en lo absoluto. - me dio una mirada fulminante mientras se agarraba las cabeza con ambos mano — algún consejo que si sea de utilidad?

— Yo si fuera tú ya me hubiera ido. — contesté mientras le daba un sorbo a mi Coca Cola.

— Me tengo que ir Aidan. — tomó sus cosas y se dirigió rápidamente a la puerta para antes de salir gritar — ¡reza por mí Aidan!

— ¡Rezaré por ti mi querido amigo!

— ¡Adiós! — cerró la puerta apresuradamente.

Decidí después de todo esa escena dramática que hizo Damon hacer algo de comer ya que estaba solo en casa. Después de eso estube haciéndome tonto toda la tarde hasta que vi la hora y eran las siete de la noche decidí subir a mi habitación para acabar mi proyecto de la escuela.

Me acerque a mi ventana para abrirla un poco y pudiera entrar un poco de aire, pero al momento que me acerque y abri las cortinas quedé paralizado al verla sentada en una de las sillas de su patio.

Era nada más y nada menos que _______...

Llevaba un pantalón de mezclilla azul marino junto a un camisa blanca y una botas dr martens. La observaba embobado mientras toca un par de notas con la guitarra, mientras un mechón de su cabello estaba en su cara, ¿Por qué carajos se ve tan bien haciendo cualquier cosa?

Entonces si era verdad lo que Damon me había dicho sobre que ella tenía mi guitarra, asi que estaba dudoso sobre sí realmente abrir completamente mi venta y decirle "Hola ______, oye ¿por qué tienes mi guitarra sin ni siquiera pedir mi permiso?" muy fácil ,verdad?

Tarde tanto en pensarlo que sucedió lo que menos quería. ________ levantó la vista y me vio. Sus hermosos ojos se encontraron con los míos haciendo contacto visual por primera vez, ella hace que cada parte de mi este temblando de nervios. Ella y yo nunca habíamos compartido una mirada tan directa. Quería hablar pero era inútil ninguna palabra salía de mi boca.

_______ arqueo una ceja.

— ¿Se te ofrece algo? — cuestióno con un tono de voz serio e indiferente. Traté de hablar pero era ridículo, sabia que si abría la boca saldrían sólo balbuceos.

— Amm... Hola — trate de no tartamudear pero era algo imposible parecía que las palabras desaparecieron de la nada. Ella no decía nada, solo me observaba haciendo que me pusieran todavía más nervioso — Yo quería..,decirte, si esa es mi guitarra?

— Si, supongo que si.

¿Enserio? ¿Ni un lo siento por no pedirte tú guitarra más preciada?. Su mirada la regresa de nuevo a la guitarra y sigue haciendo lo suyo.

¿Me molesto? Si, demasiado, tiene mi primera guitarra que me compre con mis ahorros. Al pasar unos cuantos minutos, ella se percata que no me he movido y vuelve a mirarme.