Capítulo Único <3

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Me ponía los pantalones rápidamente y al mismo tiempo arreglaba lo que iba a llevar a mi mochila. - Mierda, se me hace tarde - pensé; debía apurarme antes que Chuuya me llevara jalándome las orejas hasta abajo del edificio.

Hace poco me independicé y me mudé a este nuevo edificio y al ser mi padre el que me llevaba, Chuuya amablemente se ofreció a llevarme al colegio en su moto ya que vivimos bastante cerca. Como pude agarré lo primero que vi en mi nevera y lo pusé en mi lonchera, después de todo en el almuerzo Chuuya y Dazai suelen compartirme de su comida, aunque solo acepto la de Chuuya, la comida que hace Dazai parece lo suficientemente potente para mandarte 3 semanas al hospital.

Salí apurado del edificio corriendo lo más que mis piernas podían, escuché un chiflido y ya me imaginaba quién era. - Oye Atsushi, ¿No quieres jugar un partido de ajedrez un día de estos?. - dijo con una sonrisa Fyodor. - Ese tipo debería darse una ducha, desde que salí del edificio podía distinguir su fétido olor.- pensé.

- Lo lamento Fyodor, pero en estos momentos ando apurado en llegar a mi colegio. ¡Tal vez otro día!. - Dije fingiendo interés. Nada más dar mi respuesta seguí mi camino ignorando las llamadas de Fyodor, ya no me quedaba mucho tiempo antes que Chuuya me dejara con tantas cicatrices que le haría competencia a Dazai con las vendas que tendría.

Corrí hasta llegar al ascensor, tuve que esperar unos segundos porque alguien venía para arriba. Solo fueron unos segundos, pero para mí eran los segundos que faltaban para que Chuuya viniera a patearme el trasero. A veces no entendía como Dazai se mantenía con vida teniendo a Chuuya como su novio. Mis pensamientos sobre la extraña relación amor-odio de esos dos se esfumaron cuando de pronto sale del ascensor sale un chico pelinegro, con lo que parecía las compras de la semana. Era un poco más alto que yo, llevaba unos lentes de sol y al final de sus puntas su cabello era blanco.

- Buenos días.- dice él educadamente.

- Bue -buenos días. - digo nervioso antes de meterme al ascensor y ver como él chico sigue su camino, al parecer él vive en el apartamento 512, unos siete apartamentos después del mío.

Si no fuera porque mi cerebro estaba más concentrado en querer salvarse de la posible patada de trasero de Chuuya, me hubiera quedado embobado viendo a ese chico.

Mientras esperaba que el ascensor me llevara a mi destino mortal con Chuuya, me quedé pensando en ese chico. No parecía alguien de más de 20 años y si lo era se mantenía muy bien. Su cabello era lo más distintivo de él, junto con su apariencia seria.

- Me pregunto si ese es su color original o se lo tiñe, de todas maneras sigue siendo muy guapo.- pensé sonrojándome. Si alguien me viera diría que parezco una adolescente hormonal ¡Pero no es mi culpa que sea tan guapo!. Además, hace tiempo no veo ningún chico que me interese. Dazai y Chuuya intentaron buscarme pareja, pero al igual que ellos, sus amistades eran igual de raros que ellos.

Uno de los amigos de Dazai, me propuso suicidarme con él en la primera cita. - Jamás olvidaré esa cita.- pensé mientras me acordaba de ese traumático evento y hacía muecas de incomodidad por lo sucedido.

- ¡HASTA QUE POR FIN SALES, BASTARDO! .- dijo Chuuya mientras me sacaba de mis pensamientos.

- ¡Por favor Chuuya, no me mates¡ ¡Juro que me apresuré lo más que pude!. - dijo saliendo del ascensor mientras mentalmente rezaba por su vida y su trasero. Nunca se consideró un creyente, pero si Dios escuchaba su súplica y lo salvaba de ser pateado por Chuuya, juro se convertiría en el más devoto cristiano.

- Ya no importa, súbete antes que se nos haga más tarde.- dijo mientras hacía un ademán para que me subiera, no hizo falta que lo hiciera una vez más y se subió a la moto de Chuuya. Se agarró fuertemente de él, como un bebé a su madre. A decir verdad, Chuuya era la madre del grupo, siempre mantenía a raya las locuras de Dazai y al tonto de Atsushi que le seguía sus ideas como fiel díscipulo.

¡Hey Emo boy!∽ Shin soukokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora