Que sensación más extraña, que en cada cuerpo se sentirá distinta, conforme pasa el tiempo menos intensa y emocionante que otras. Porque es que el amor es el sentimiento más confuso y más importante, aquel que se descubre cuando menos lo imaginamos, que imaginamos pero nunca resulta. Porque a veces encontramos sentimientos no en caras, sino en corazones. Suena sencillo decirlo, pero resulta que luego de ver más allá de una persona es cuando el abrazo cálido del corazón se siente en el alma. Cuando por si solos descubrimos que entre muchos corazones que conocemos a lo largo de nuestras vidas hay uno con el que nos sentimos identificados.
Es que no se descubre; el amor no se sabe que es amor.
Luego la ilusión es la peor trampa, pero es la que nos lleva al amor, porque sin dolor no hay alivio.
Una de las cosas más importantes que TODOS deberían de saber y que aprendí es que antes querer amar se debe tener en claro que queremos para nosotros; es la clave para no aceptar NUNCA algo menos de lo que en verdad merecemos, creo que todos merecemos lo mejor, no es justo recibir menos cuando hemos pasado por mucho, hemos soportado demasiado, la persona que vamos a amar debe de ser un alivio, no un castigo, un orgullo, no una pena. Siempre debemos procurar cubrir nuestras expectativas ante todo. Por eso anteriormente mencionaba que el amor no es una cara, es un sentimiento, que el físico pasa a ser lo de menos. Una vez que nuestras expectativas son muy altas nos fijamos más en lo que haga o diga esa persona, cuando nos decepciona y nos devolvemos a pensar en que fue lo que nos captó de esa persona a primera instancia, nos damos cuenta que una cara fue lo único que vimos pero no observamos que hay dentro primero; caundo nos damos cuenta de ello quizá ya sea muy tarde y la herida o el daño esté hecho. Luego de eso al menos yo aprendí a no volverme a enamorar sin que por lo menos me traten como si yo fuera lo mejor que le haya sucedido en la vida. Porque si me tengo que quedar sola toda la vida lo hago, ya que no le tengo miedo a una noche a solas viendo las estrellas desde mi balcón con el silencio de la noche como mi único compañero, pero si le tengo miedo a estar con alguien que no quiero y que no sea el amor de mi vida y la persona perfecta para mí, mi complemento. Porque si bien se sabe que nadie es perfecto y todos cometen errores en la vida, pero si de mi mano no va a querer enfrentar sus miedos o errores entonces me daré cuenta de que no es más que una nueva enseñanza y no un amor eterno.
Una vez durante las clases de coreano escuchando a David Kwon, un pastor que predicaba luego de cada clase aprendí algo muy importante... Y es que el corazón es la base de todas las desiciones que tomemos en nuestras vidas, es el que nos dictará el rumbo y las vías, habla por unos y refleja las buenas o malas intenciones del otro. Por eso hay que aprender a escucharlo, seguirlo y entenderlo, porque así como nuestro corazón puede estar lleno de Dios y alegria, puede estar lleno de odio y frustración. El corazón nos habla y es tan sabio porque Dios se encuentra en el, y en cualquier situación de nuestra vida cuando algo no esté bien el nos va a hablar y nos va a hacer sentir. Al menos yo siento una sensación en el pecho que no me deja en paz, me causa estrés y no me deja dormir, el corazón no se equivoca y por más ingenuo que se escuche debemos hacerle caso a cualquier manifestación que el nos haga porque no es casualidad, las sensaciones no son casualidad, los sentimientos no son casualidad, son llamados que manda el corazón para protegerse del dolor.
