Sueña que la vida es bella

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Etiquetas: Original Luo Binghe/Shen Yuan. Romance. Fluff. Drama. Secuestro. Feminización. Hilo rojo del destino. Ligera angustia. Ligero síndrome de estocolmo. Non-con. ¡Final feliz!
Notas: BingYuan Week Día 2: Amnesia. Escuchen, las etiquetas/advertencias aplican por algo. Pero esta historia no es tan oscura como parece, quizá porque está narrada desde la perspectiva de Bing-ge, quizá porque Shen Yuan realmente no la pasa mal ni sufre. La etiqueta de elementos de non-con (no consensual) es porque Luo Binghe hace cosas (no hablo de sexo) que no son consensuadas por Shen Yuan. La etiqueta de femenización es porque Luo Binghe llama a Shen Yuan "esposa" y le ha dado títulos oficiales femeninos (furen). Tomen todo en cuenta antes de leer para evitarse disgustos, ¿bien? Gracias.

Sueña que la vida es bella

Luo Binghe miró a su dulce esposa. Shen Yuan le estaba frunciendo el ceño a la planta que se negó a crecer a pesar de que la abonó, regó y asoleó de acuerdo a sus requerimientos.

—Binghe, ¿por qué este pequeño árbol es tan terco? ¿Estás seguro de que no es un pariente tuyo? —preguntó Shen Yuan sin dejar de lado su expresión exasperada.

—No es pariente de este señor —respondió Luo Binghe de buen humor.

Shen Yuan resopló antes de sacudir sus mangas y enderezar su espalda. Era una fortuna que Luo Binghe hubiera ordenado que bordaran las túnicas de Shen Yuan con talismanes para repeler la suciedad, porque de otra manera, su esposa pasaría todo el día lleno de tierra. Shen Yuan disfrutaba de cuidar el jardín y coleccionar plantas raras, así que podía pasar horas hincado en el pasto, enterrando sus manos en el suelo fértil.

Shen Yuan le dedicó una última mirada ofendida al pequeño árbol que era motivo de sus corajes antes de acercarse a su esposo, que lo contemplaba desde la entrada de la habitación trasera que daba al jardín.

—¿Binghe ha terminado sus deberes? —preguntó Shen Yuan.

—Este señor ha terminado sus deberes —dijo Luo Binghe. Mostró la palma de su mano izquierda, como señal de que quería sostener la mano de Shen Yuan.

—Mis manos están sucias —comentó Shen Yuan.

Luo Binghe no se movió. Shen Yuan resopló antes de tomar la mano de Luo Binghe. Luego, juntos entraron a la casa. A lo lejos se escuchaban los susurros de los sirvientes que platicaban mientras hacían sus deberes. Cada que se encontraban con alguien recibían reverencias o saludos formales. Luo Binghe apenas les prestó atención, pero Shen Yuan les respondió a todos sin dudarlo.

—Mi esposa es tan amable —comentó Luo Binghe.

—Mi esposo es tan seco —dijo Shen Yuan con tono travieso y sin verdaderos ánimos de ofender.

—¿Seco? ¿Quiere A-Yuan que este esposo le muestre durante la noche lo apasionado que puede ser?

Shen Yuan sintió un dolor fantasma en las caderas. Negó con la cabeza y miró a Luo Binghe con súplica.

—¡Era broma, era broma! ¡El esposo de este A-Yuan es el más cariñoso y bueno!

Luo Binghe le sonrió con burla. No insistió en el tema, a cambio, acarició el interior de la mano de Shen Yuan con su pulgar. Delineó las marcas que formaban patrones en la piel y los suaves montículos que estaban cerca de las separaciones entre dedo y dedo.

—Escuché que echaste a una sirvienta ayer —dijo Shen Yuan, retomando la charla.

—Pensó que podía seducir a este señor. —Luo Binghe miró a su esposa de reojo antes de volver su mirada al frente. Shen Yuan no se veía molesto, sino tranquilo.

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