Girasol

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Mew quedó aturdido, levantó la mirada y vió las lágrimas caer del rostro del chico que más ama, incluso más que a él mismo, estaba desconcertado, creyó que Gulf sentía lo mismo por él, entonces ¿Todo este tiempo fue una ilusión? Se negaba a creerlo, cada mirada, cada beso, los abrazos, las palabras y acciones no podían ser falsas, era imposible.

Aún confundido le limpio los ojos a Gulf y lo obligó a verlo a los ojos, Gulf seguía derramando lágrimas y sollozos que eran dolorosos, Mew no tenía idea de que había pasado para que el menor esté así, su girasol estaba triste, lo notaba, pero no quería que terminara con una crisis por su culpa.

– ¿Por qué? – preguntó abrazando a Gulf ignorando el dolor por el rechazo.

– Mereces a alguien mejor que yo – dijo entre sollozos.

– No hay nadie mejor que tú mi vida – le dijo insistió.

– No es verdad – dijo sacando todo lo que llevaba pensando desde hace mucho tiempo.

Mew no entendía la actitud de Gulf, una idea se instaló en su cabeza, pero la descartó totalmente, esperaba que aquella idea fuese equivocada, así que se dedicó a tratar de calmar al menor quién seguía murmurando cosas incoherentes llorando con fuerza.

Al cabo de treinta minutos Gulf cayó dormido en sus brazos, entonces fue cuando Mew tuvo la libertad de romperse, soltó un pequeño sollozo y abrazó contra su pecho a Gulf, le había dolido el rechazo, pero era más doloroso ver cómo el dulce niño que se aferraba con fuerza a él se quebraba, su girasol se estaba marchitando y él no podía hacer nada, sufría por qué él lo hacía, lloraba de impotencia por no poder protegerlo mejor, por no cumplir su promesa.

Sin ser consciente también se quedó dormido abrazando a Gulf, ambos estaban cómodos en la habitación del menor, Gulf tenía una pierna encima de el mayor y este lo sostenía por la cintura, la cara de Gulf quedó en su cuello, el mayor podía sentir la respiración tranquila del menor.

Quizá esté evento desafortunado no era exactamente lo que provocó aquel rechazo tan repentino del menor, que obviamente tenía los mismos sentimientos por su mayor, pues si Gulf hubiera sabido desde hace unos meses atrás que su mayor estaba enamorado de él, sin pensarlo hubiera corrido a sus brazos, pero las cosas no siempre salen como queremos, y las personas pueden llegar a ser perversas y envidiosas, Gulf siempre fue víctima inconsciente de todas esas personas.

Pero para comprenderlo mejor tendremos que esperar a que Gulf esté listo para confesarlo, por el momento, mientras Mew no lo abandone todo estaría bien.

🌻

Mew despertó luego de dormir por más de tres horas, seguía en la habitación del menor y por lo que pudo observar, ya era bastante tarde, pues afuera estaba oscuro, buscó su celular y descubrió que eran las ocho en punto, miró que sus padres le habían mandado un mensaje diciendo que lo dejarían con el menor hasta que él quisiera, los padres de Gulf no parecían tener problema con que durmiera en la habitación de su girasol, acomodó mejor el cuerpo de su menor y se dedicó a mirarlo con todo el amor que una persona podía transmitir.

Le acomodó su cabello, acarició sus mejillas, dejó besos en su frente y lo sostuvo tratando de autoconvencerse de que todo estaría bien, tal vez se aceleró en pedirle una relación sin saber si su girasol necesitaba tiempo, después de todo aún no superan ese terror de volver a perderlo, esa pesadilla en la cual Gulf no regresaba nunca y tenía que aprender a vivir sin él.

No quería pensar en eso.

– Esperaré por ti mi amor – susurró dejándose vencer nuevamente por el sueño.

𝓔𝓵 𝓰𝓲𝓻𝓪𝓼𝓸𝓵 𝓭𝓮 𝓶𝓲 𝓼𝓸𝓵Donde viven las historias. Descúbrelo ahora