Parecía ser una mañana tranquila, las aves cantaban, los niños jugaban, las mujeres iban de compras y los hombres charlaban con viejos conocidos, casi parecía una broma de mal gusto decir que unos cuantos kilómetros más a lejos una gran guerra se libraba por poder y territorio.
Fue lo que pensó Minjeong mientras caminaba por las concurridas calles de su ciudad hacia el trabajo, era una bonita mañana pero la nostalgia la había invadido una vez más.
Ocho míseros meses habían transcurrido desde que se marchó, desde el abrazo de despedida que tan vacía la dejó. Extrañaba absolutamente todo de ella, sus malos chistes, sus buenos días al despertar, la calidez de su cuerpo al dormir, los acogedores abrazos y por supuesto su amor.
El comandante Yoo había requerido la presencia de su hija en inteligencia militar y por supuesto ella no se pudo negar, tenía el deber de servir a su patria y defender a toda la nación.
Si Minjeong tuviese que elegir algo de entre todas las cosas que necesitaba de su amante sería su voz; necesitaba volver a sentir sus calmados susurros en su oído, las dulces melodías que solo ella era capaz de profesar, el tierno timbre que la hacía delirar.
Pero de momento solo podía aferrarse a la esperanza de que ella regresaría a sus brazos, que la batalla tendría fin y que nada podría separarlas.
—Winter, que bueno que has llegado, han traído esto para ti— Yizhuo le tendió un sobre con un sello de lacre azul con las iniciales "YJ" supo enseguida de qué se trataba y no tardó en arrebatar el objeto de sus manos —Tómate los minutos que sean necesarios, tenemos todo controlado aquí.
La compañía de correspondencia de Minho funcionaba para toda la ciudad y ofrecía servicios especiales para todo el país, Minjeong amaba escribir así que encontrar ese lugar fue como estar en el trabajo de sus sueños, era su segundo hogar y no lo cambiaría por nada.
Se encerró en una de las oficinas desocupadas y tomó asiento sobre el extenso sofá que esperaba por ella aún lado de la ventana que dejaba pasar los cálidos rayos de luz.
Abrió el sobre con un poco de desesperación, cortándose ligeramente con el abrecartas y a pesar del ardor ignoró la reciente herida para enfocar su atención en las hojas de papel repletas de palabras cursivas escritas a puño y letra por el amor de su vida.
"Ha pasado mucho desde la última vez que tuve la oportunidad de escribirte, las cosas están un poco agrias por estos lados, hemos sufrido bajas pero aún así la Alianza resiste, espero que la guerra acabe pronto para volver a estar contigo.
¿Cómo has estado? ¿Cómo lidias con estos eternos días de soledad? ¿Está todo muy pacífico por esos lados? ¿Has presenciado el nacimiento de los primeros ciervos?.
Tantas preguntas que quiero hacerte pero que sé que no puedes responder, es arriesgado hacer uso de los mensajeros, algunos han sido secuestrados por el enemigo, espero que no me descubran haciendo esto, aunque cada palabra lo vale.
He vuelto a fumar, sé que está mal y si cierro los ojos puedo visualizar tu expresión de reproche, pero fue algo inevitable, el tabaco es lo único que puede calmar el estrés por aquí.
Te extraño tanto, muchísimo, cada segundo sin ti es un segundo de martirio para mí, anhelo el día en el que pueda reemplazar estas madrugadas de insomnio por las tiernas mañanas viéndote dormir.
Cuando me veo en el espejo y me encuentro con mis ojos, recuerdo el broche de zafiro azul que posees como señal de que una parte de mí siempre estará contigo, pero nada podrá reemplazar la sensación de un buen abrazo de mi parte, ¿No es cierto? Esa es la razón por la que me esfuerzo tanto en intentar ganar esta batalla, necesito volver a ti.
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LETTER FOR MY ONLY LOVE ๑ WINRINA OS
FanfictionLa guerra las separó, pero eso no fue suficiente para acabar con ellas y su relación, usando como medio lo único que podían para transmitir su amor: unas inocentes cartas profesando sentimientos, hechos y dolor. ๑๑๑๑ adivinen qué, sí, otro de mis...