El verano casualmente saludaba a un pequeño pueblo de Daegu, solo se asomaba y luego se desvanecía para no aparecer más, dejando que el invierno se apoderada de él e hiciera a sus habitantes acostumbrarse, a no esperar nunca un precioso día soleado o veraniego como decía la televisión.
Pero para un pequeño de siete años esperar en un banquito sobre el techo de su casa un rayo de sol lo era todo, sentirlo por algunos segundos lograba que sus mejillas sintieran cosquillas, ver el rojo amanecer era su parte favorita antes de ver como desaparecía para darle paso a un día pesimista, frío con colores similares al periódico y a las películas antiguas que pasaban los sábados.
El pueblito era reconocido por estar en el olvido, en el mapa muy a penas era visible porque se parecía a una manchita de café, era pequeño y todos se conocían, el camino no estaba pavimentado y solo había tierra que se volvía lodo cuando llovía, las madres solían irse en grupo a lavar al centro del pueblo donde estaban las pilas y los padres se iban a trabajar desde temprano hasta la tarde para regresar con un poco de pan, mientras los niños se quedaban en casa a jugar, otros estudiaban o ayudaban en el hogar. De ese modo se mantenía el orden.
ㅡ¡YoonGi! Ayúdame a llevar la ropa.
El pequeño salió de la habitación al escuchar el llamado de su hermana, corriendo rápidamente a ayudarle con los cestos de ropa que cargaba, ella también regresaba de la escuela pero ya tenía tareas del hogar que realizar, ambos a decir verdad.
Mientras ellos se dirigían a pasos lentos por el peso de la ropa a la pila del pueblo, en otra ciudad frente a un prestigioso maestro un pequeño castaño de seis años intentaba con todas sus fuerzas que el lápiz no se resbalara de sus deditos gordos, estaba sudando y eso dificultaba aún más su eficiencia.
JiMin sentía en él la impaciente mirada del adulto, una mirada que en cualquier momento cortaría su cabeza si no se apresuraba a escribir, aunque lo que él pequeño quería era salir al jardín para jugar con sus camioncitos de juguete en la arena, quería que sus dedos dejaran de doler tanto por todo lo que estaba escribiendo, además sus piernas ya no resistían más esa incomoda posición.
Sus ánimos se levantarían hasta el cielo si la oportunidad de correr y escapar se presentará, y si tuviera que estudiar prefería ir personalmente al gran establecimiento, con una maestra cariñosa y otros niños, no en su sala, completamente solo con un profesor amargado y de cara arrugada.
Busan tenía días llenos de sol, cielos despejados y muy pocas veces tenía lluvias que amenazaran su precioso clima y aún así JiMin encontraba en el cielo azul algo que lo hacía sentir demasiado solo, como un ser invisible que nadie notaba, ni sus padres. Por eso solía amar las duchas, cuando las gotas de agua impactaban con su rostro ya no era invisible, era un niño feliz que sentía las caricias del agua tibia.
ㅡ¡Park JiMin!
Oh no, el señor Lee acaba de gritar.
La regla de su profesor la cual era de un pesado metal, apuntó la esquina de la habitación, un lugar oscuro que tenía arañas, ese lugar casi nunca era limpiado por ordenes de la señora Park y sugerencia del profesor Lee, su odiado rincón del castigo. Debía pasar ahí parado lo que restaba de la clase y para eso faltaban horas, largas horas de espera.
Con responsabilidades que no les correspondían, los brazos de YoonGi querían dejar de restregar la ropa de sus padres y las piernas de JiMin no paraban de temblar por que el tiempo había sido aplazado por gusto del profesor.
¡Hola! Bienvenidos a mi nuevo proyecto, perteneciente al universo de We Are Jaune, enfocándonos en la vida e historia de nuestra pareja: Min YoonGi y Park JiMin.Muchas gracias por leer, espero que esta nueva historia sea de su agrado
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Bleu et Gris || YoonMin
FanfictionLos días grises no son del agrado de YoonGi, le recuerdan que sobre él llueven las emociones y los problemas de sus padres. Para JiMin el azul solo es la representación de su desolada vida, el color de la tristeza que constantemente se escapa de sus...