_-~-_
La llegada de la familia Lee durante un invierno nevado genera curiosidad y cambios inesperados.
_-~-_
Pareja principal: Minju - Youngseo
Grupo: I-Llit
_-~-_
Fecha de inicio de escritura:25/03/2024
Fecha de terminación de escritura:
Fecha de...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Capitulo Uno—
Decirle adiós a todo lo que había conocido desde que tenía uso de razón era un desafío para el que no estaba lista y que debía afrontar. Mientras observaba la que había sido su habitación, ahora vacía, noto que solo quedaba la fachada de lo que fue su refugio por tantos años.
La habitación ahora estaba vacía, despojada de todo lo que algunas vez la hizo suya. Las cortinas de color blanco ondeaban ligeramente con la brisa que entraba por la ventana semi abierta, reemplazando las cortinas vibrantes de color amarillo que ella habia escogido con tanto cuidado.
El piso original de madera había sido sustituido por una imitación de dudoso material que carecía de calidez, un cambio que le resultaba frío y ajeno;las paredes, que algunas vez habían poseído un color alegre y cálido, ahora eran de un tono gris que ella repudiaba con fervor. La habitación desprovista de sus muebles y decoraciones hacía que el cuarto se viera como una cáscara vacía, una imitación sin sentido del lugar que había conocido y amado.
Era extraño ver lo que fue su santuario, transformado de tal manera, como si sus recuerdos y vivencias se hubieran esfumado junto con la calidez del espacio. Ella de verdad esperaba que quien fuera el nuevo dueño de esa habitación le diera su toque especial, permitiéndole sentirse plenamente cómodo entre esas cuatro paredes.
—Youngseo, es hora de irnos. — Murmuró su hermana, asomandose ligeramente por la puerta.
La voz de su menor tenía un tono lleno de tristeza, uno que ella reconoció al instante. La pequeña Hyein también estaba decaída por dejar lo que había sido su hogar desde niñas.
Se giró para mirar a la de cabellos castaños oscuros, captando rápidamente la melancolía que se reflejaba en las orbes mieles de la más alta. Ambas compartían el peso de la nostalgia, pero sobre todo de la ansiedad por lo desconocido.
—Vamos. — Dijo mientras extendía su brazo derecho, una invitación para la menor, quien rápidamente sonrió y tomó su mano, un gesto que les daba cierto consuelo.
Las hermanas bajaron las escaleras, saliendo de la casa, parándose momentáneamente en el pórtico al sentir el aire invernal chocar con su cálida piel, dirigieron sus miradas hacia la escena que desarrollaban sus padres, los cuales yacían recargados tranquilamente contra la camioneta familiar, relajados y hablando de algo que ellas desconocían.
Su padre, con su chaqueta de lana y bufanda ajustada alrededor de su cuello, y su madre con un elegante abrigo gris, intercambiaban palabras en voz, sin embargo en cuanto se dieron cuenta de su presencia, les sonrieron aun desde su posición.
