unico

516 54 5
                                    

la música era su vida, bueno, parte de ella.
él amaba su trabajo, amaba componer y amaba disfrutar lo que hace, pero cuando tienes a dos pequeños hijos y un esposo claramente lo único que deseas es salir de aquel lugar para llegar a casa.

su esposo, minho, es el amor se su vida, estuvieron saliendo desde que tenían 17 años, pero se conocían desde que eran unos pequeños niños de 4 años. el tiempo pasó y se fueron a vivir juntos, un avance grande en su relación, ya con una mayoría de edad ambos sabían que eran para una eternidad, prácticamente tenían una vida realizada y su único objetivo era amarse sin parar.

cuando minho tenía 22 años quedó embarazado, un pequeño y lindo niño a quien lo llamaron hyunjin, gracias al cielo ambos tenían empleos estables que les facilitaba su situación de manera económica, tenían un hogar y mucho amor que entregar. hyunjin al ser el primer y hasta ese entonces único hijo, fue criado con mucho amor y alegría. minho se quedó en casa por un año completo para así entregar toda su atención a hyunjin, fue una buena idea ya que el pequeño amaba pasar tiempo con su papi.

el primer año con hyunjin fue aparte de lindo, movido. eran primerizos y por eso tuvieron problemas algunos días, pero nada que sus padres y abuelos de hyunjin pudieran orientarlos y ayudar. a pesar de cada mal momento o alguna situación complicada, todo se aliviaba cuando veían a su pequeño hijo sonreírles y decirles cuanto los amaba.

"- ¿chris, estás seguro que somos buenos padres?- preguntó minho con lágrimas en los ojos, con solo la luna alumbrando la habitación y dos cuerpos abrazándose como si fuera el último día de sus vidas.

-claro que lo somos, tal vez aún nos faltan cosas que mejorar, pero hyunjin sonríe muy seguido, nos dice cuanto nos ama y siempre nos recalca su amor. claro que lo somos- contestó chris, tratando se subir el ánimo a su esposo.

estuvieron abrazándose buen rato, hasta que escuchan unos pasitos afuera de su pieza y golpecitos en la puerta.

-papá, tengo miedo-

un hyunjin de tres añitos, casi cuatro, se mantenía de pie como podía, el sueño lo absorbía pero el miedo hacía el monstruo que vive debajo de su cama es mucho más importante ahora.

-ven aquí amor, duerme con nosotros- habló minho mientras encendía la lámpara en la mesita de noche.

-duerme bien hyunnie, nadie ni nada te hará daño si estamos nosotros- chris le dijo a su hijo mientras le hacía cariño en su cabecita.

-papás...-

-¿si jinnie?-

-los amo mucho-"

ante aquel recuerdo, chris no podía parar de sonreír. se apuró en guardar todas sus cosas e irse a casa tan rápido como podía.

al subir al auto, su celular sonó mostrando el nombre de minho en la pantalla

-hola sweetie- contestó chris
-hola chris, ya vienes a casa?- habló minho detrás de la pantalla. -de hecho estoy en el auto manejando hacía allá, ¿por qué?

-lixie quería verte, era para saber si ya llegabas- minho habló y con la simple mención de su otro pequeño chris sonrió. - dile a lixie que ya voy llegando para que me espere con una sonrisa muy grande- chris dijo y luego la llamada se cortó.

felix era su segundo hijo, tenía recién un añito.
cuando minho se enteró del embarazo fue un mal momento, estaban ambos en un mal momento. hyuna, la mamá de minho, había fallecido por un choque automovilístico, la noticia en minho causó una depresión gigante, chris no sabía que hacer, hyunjin preguntaba porqué su papi no lo quería ver y chris ya no podía más.

familia- banginho/ chanhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora